El gobernador Osvaldo Jaldo recibió al presidente de la Asociación Citrícola del Noroeste Argentino (ACNOA), Roberto Sánchez Loria, en una reunión protocolar para presentar a la nueva comisión directiva de la entidad. Acompañado por el ministro de Economía y Producción, Daniel Abad, el encuentro buscó reafirmar la colaboración entre el gobierno provincial y el sector citrícola, un pilar económico que representa el 54% de las exportaciones de Tucumán. Sin embargo, la reunión estuvo marcada por fuertes cuestionamientos hacia Sánchez Loria, debido a su doble rol como titular de ACNOA y de la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres (EEAOC), en un contexto donde las principales citrícolas adeudan cerca de $7.000 millones a esta última institución, generando un claro conflicto de intereses.
"Fue una visita protocolar, asumieron nuevas autoridades encabezadas por Sánchez Loria, el Secretario (José) Carbonell y demás integrantes de la Comisión Directiva. Ha sido una oportunidad para intercambiar ideas y reafirmar el compromiso de trabajar juntos en los temas que afectan al sector citrícola", afirmó el ministro Abad. Por su parte, Sánchez Loria señaló: "Somos una comisión nueva, acabamos de renovar las autoridades en ACNOA, y queríamos aprovechar esta oportunidad para comentarle al Gobernador sobre los próximos pasos que daremos como institución". Entre los objetivos mencionados, destacó la intención de impulsar programas de desarrollo y sustentabilidad.
No obstante, el foco de la controversia recae en el rol dual de Sánchez Loria, quien desde 2024 preside la EEAOC, una institución clave para la investigación y el soporte técnico del sector citrícola. Las principales empresas asociadas a ACNOA, como San Miguel, Argenti Lemon, Citrusvil y Citromax, mantienen una deuda de más de $7.000 millones con la EEAOC, correspondiente al 5% de la producción citrícola industrializada que deben aportar según la Ley 5020. Este incumplimiento, ratificado por un fallo de la Corte Suprema de Justicia de Tucumán en marzo de 2025, ha desfinanciado gravemente a la Estación Experimental, comprometiendo sus actividades de investigación en nuevas variedades de cítricos, manejo sustentable y control de plagas como el Huanglongbing (HLB). Esta situación no solo afecta la competitividad del sector, sino que también impacta negativamente en las arcas provinciales, dado el rol estratégico de la EEAOC.
Sánchez Loria fue promovido por los responsables de las principales citrícolas de la provincia, entre las que se encuentran: San Miguel (presidida por Gonzalo Tanoira), Argenti Lemon (Carlos Parravicini), Citrusvil (Pablo y su hermano, el imputado por violencia de género, Daniel Lucci) y Citromax (Vivian Glueck y Henry Rosenberg). La intención, según trascendió, es lograr que como titular de ACNOA, Sánchez Loria interceda para que la Experimental de marcha atrás con los pleitos judiciales que entabló desde hace más de diez años contra las fábricas referidas.
El conflicto de intereses se agudiza por los vínculos de Sánchez Loria con las empresas citrícolas. Como productor, vende sus limones a San Miguel, y uno de sus hijos ocupa un cargo gerencial en la misma compañía, según fuentes internas de la EEAOC. Críticos del sector señalan que, como presidente de la Estación Experimental, Sánchez Loria tiene la obligación de reclamar el pago de las deudas para garantizar el funcionamiento de la institución, pero su liderazgo en ACNOA lo coloca en una posición comprometida, ya que representa a las mismas empresas que incumplen con sus obligaciones fiscales. "Por este motivo, no intervino ni tomó medidas para reclamar el pago correspondiente o frenar esta rebelión fiscal por parte de los empresarios del sector", afirmó una fuente de la EEAOC.
Silencio
El sector citrícola enfrenta desafíos críticos, como la caída de precios internacionales y la necesidad de cumplir con estándares globales de calidad. Sin embargo, la deuda con la EEAOC pone en riesgo los avances en investigación y desarrollo, esenciales para mantener la competitividad de la citricultura tucumana, que genera cerca de 50.000 empleos directos. La reunión con Jaldo, aunque presentada como un paso hacia la colaboración, deja en evidencia la tensión entre los intereses de las empresas citrícolas y las necesidades de la EEAOC. Sánchez Loria ha defendido el valor de la Estación, afirmando que “la Estación Experimental es su gente; sin ella, sería un museo”. Sin embargo, su silencio respecto a las deudas y su falta de acción para resolver el conflicto financiero han generado dudas sobre su capacidad para liderar ambas instituciones sin comprometer los intereses de la provincia.
El gobierno de Jaldo enfrenta ahora el desafío de mediar en esta situación. Mientras busca fortalecer la citricultura como motor económico, debe abordar la deuda de las citrícolas con la EEAOC, un problema que no solo afecta la sostenibilidad del sector, sino también la credibilidad de las instituciones involucradas.