Los productores agropecuarios de Tucumán y el NOA expresaron su preocupación tras la decisión del gobierno nacional de extender las rebajas en las retenciones para la cebada y trigo hasta marzo de 2026, pero exceptuando a la soja, un cultivo clave para la región. La medida, anunciada por el Ejecutivo, generó malestar en el sector, que ya enfrenta dificultades por la sequía, altos costos logísticos y la caída de precios internacionales.
El presidente de Apronor, Hugo Meloni, expresó: “Realmente estamos muy preocupados porque el gobierno de Javier Milei anunció que van a continuar con la reducción de aranceles, por ejemplo para el trigo y otros cultivos, beneficiando a la zona pampeana y a las del centro. Mientras tanto, a nosotros los productores de maíz y soja, de Tucumán y del NOA, nos quitarán esa reducción y de esta manera se nos van a encarecer nuestros costos”. Meloni agregó: “Esta campaña no fue lo buena que se esperaba para ninguno de nuestros cultivos, a eso hay que sumarle el costo del flete, lo que invertimos en los agroquímicos, la baja del precio a nivel mundial y un gobierno nacional que nos sigue presionando con los aranceles. Nosotros lo apoyamos desde el comienzo, pero no cumplen con su promesa de la baja de retenciones”.
Hasta el 30 de junio, los porcentajes sobre los principales cultivos, quedaron establecidos de la siguiente manera: la soja (poroto) pasó del 33 al 26% y sus derivados bajaron del 31 al 24,5%, los derechos para la exportación del trigo quedaron en 9,5, del 12% que se venía aplicando, al igual que la cebada, el maíz y el sorgo. El girasol pasó de 7 a 5,5 por ciento. Desde julio, así, se revertirá ese recorte temporal para trigo y cebada. Y entre los productos que se les eliminó de forma definitiva las retenciones se encuentran: azúcar, algodón, vino, forestoindustria, arroz, preparaciones alimenticias; algodón; cuero bovino; bebidas; ovinos (lana y cueros); tabaco; maní; golosinas, chocolates, entre otros.
Previsibilidad
Por su parte, el presidente de la Sociedad Rural de Tucumán, José Frías Silva, subrayó las dificultades adicionales que enfrenta el NOA por la sequía: “Venimos con una seca bastante más profunda que la zona núcleo. Eso nos deja muy reactivos”. El dirigente también aclaró que los productores no liquidan divisas, sino que venden en pesos según sus necesidades económicas, principalmente en la época de cosecha.
“La gente vende en esta época porque es cuando se están cerrando los acuerdos con proveedores, bancos, etc.”, explicó, desmarcándose de las presiones para acelerar ventas. Además, alertó sobre el riesgo logístico si todos los productores se ven forzados a vender simultáneamente antes del vencimiento de las rebajas: “Hay que ver cómo responde el parque logístico si todo el mundo entrega mercadería a la vez”.
Frías Silva pidió mayor previsibilidad: “Necesitamos un poquito más de certidumbre sobre cuándo es nuestro momento”.
La respuesta del gobierno
El ministro de Economía, Luis Caputo, abordó la inquietud del sector durante un discurso en la Bolsa de Comercio de Córdoba. “Por el lado de las exportaciones tenemos una deuda con muchos, sobre todo con el campo. Pero no podés resolver 20 años de manejo en uno”, afirmó. Caputo pidió paciencia al sector: “Me encantaría bajar las retenciones hoy, pero les pido paciencia porque les demostramos que lo estamos haciendo”. También destacó el diálogo con el campo: “Cada vez que podemos le mostramos al campo como los apoyamos y la verdad es que el campo también lo valora. Hay que reconocer que ellos están con mucha paciencia, mucha perspectiva y están agradecidos también”.
El ministro subrayó que el gobierno trabaja en un proceso gradual: “Yo creo que no va a haber problema con ellos porque tenemos un buen diálogo, entienden de donde vienen, no solo mayores retenciones, sino además una brecha cambiaria que era de 3 a 1”. Y añadió: “Sé que ellos tienen claro que esto es un proceso y que ven que nosotros les estamos dando lo máximo que podemos. A medida que el país crezca, esto va a ser más rápido”.
El sector agropecuario del NOA, sin embargo, sigue expectante y reclama medidas que contemplen sus particularidades regionales, en un contexto de crecientes desafíos económicos y climáticos.