"¡Que ofle el Dotor!", aquella frase que popularizó Juan Manzur en la campaña que lo llevó a la reelección en 2019, parece volver a tomar cuerpo. En silencio, pero con gestos contundentes, el exgobernador tucumano comenzó a amasar un frente electoral que podría competirle directamente al oficialismo provincial que encabeza Osvaldo Jaldo. Y si bien aún no hay definiciones cerradas, el mensaje hacia la Casa de Gobierno es claro: si no hay lugar para su tropa en la lista de candidatos, la amenaza de ruptura está sobre la mesa.
Un asado político en su residencia reunió días atrás a una treintena de dirigentes peronistas en lo que ya muchos leen como el puntapié inicial de un armado alternativo. Con la excusa de analizar el escenario nacional y provincial rumbo a las elecciones del 26 de octubre, Manzur ofició de anfitrión de una cumbre que incluyó a figuras como la senadora Sandra Mendoza, el diputado nacional Pablo Yedlin, la intendenta de Tafí Viejo Alejandra Rodríguez, los legisladores Javier Noguera, Gabriel Yedlin y Christian Rodríguez, entre otros referentes del peronismo que resisten la postura dialoguista de Jaldo frente al gobierno de Javier Milei.
Según reconstruyeron en El Avispero y Entérate Play, el encuentro sirvió para avanzar en definiciones estratégicas y para fijar una fecha simbólica para la presentación pública del nuevo espacio: el 26 de julio, aniversario del fallecimiento de Eva Perón, en el club Monumental. Ese día, a las 17, se lanzaría oficialmente el "Movimiento de Convocatoria Peronista".
En paralelo, ya se definieron algunos nombres para encarar el armado electoral: Mario Ludueña, Víctor Schedan e Ignacio Golobisky tendrán a su cargo las gestiones para el diseño del frente, en caso de que las negociaciones con el jaldismo no lleguen a buen puerto.
Durante el encuentro se discutieron dos caminos posibles: uno, intentar una lista de unidad con el oficialismo provincial, a cambio de lugares expectables en la nómina. "Vamos a pedir un lugar salible: el primer o segundo lugar", confesó uno de los participantes. La otra opción, que cobra fuerza en caso de falta de acuerdo, es competir directamente por fuera del aparato provincial.
Aunque el cónclave se mantuvo sin fotos ni declaraciones públicas, el movimiento de piezas fue evidente. Manzur, con su estilo pausado pero firme, vuelve a posicionarse como actor clave en el tablero político tucumano. Consciente del riesgo que implica una fragmentación del peronismo frente al avance de La Libertad Avanza, el exmandatario juega fuerte: o hay lugar para los suyos, o está dispuesto a salir a la cancha.
El posible acto del 26 de julio será la primera gran muestra de fuerza del sector, que buscará captar a todos aquellos peronistas que no comulgan con el acercamiento institucional que Jaldo ha tenido con la Casa Rosada.