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SORPRESIVO ENCUENTRO

La foto de unidad del peronismo tucumano en el 9 de Julio: ¿Por convicción o por espanto?

No fue el chocolate caliente que sirvieron los cadetes de la Escuela de Policía ayer el que generó revuelo, sino la imagen del exgobernador y actual senador del kirchnerismo en pleno centro del poder político provincial, junto a sus antiguos adversarios internos.

Por José Romero Silva

10 jul, 2025 08:02 a. m. Actualizado: 10 jul, 2025 08:02 a. m. AR
La foto de unidad del peronismo tucumano en el 9 de Julio: ¿Por convicción o por espanto?

No nos une el amor sino el espanto”. La frase de Jorge Luis Borges, escrita en “El otro”, un cuento de 1964, cobra hoy más vigencia que nunca gracias a la política tucumana. Porque, aunque la postal del 9 de Julio en la Plaza Independencia fue prolija, institucional y hasta cargada de simbolismo, el trasfondo indica que lo que se busca unir a la fuerza sigue mostrando fisuras.


El regreso de Juan Manzur a la escena pública provincial fue, sin dudas, la nota del 9 de Julio. No fue el chocolate caliente que sirvieron los cadetes de la Escuela de Policía el que generó revuelo, sino la imagen del exgobernador y actual senador del kirchnerismo en pleno centro del poder político provincial, junto a sus antiguos adversarios internos. No fue en la Catedral donde se selló el acercamiento, sino en el despacho del gobernador Osvaldo Jaldo, con entrada por la puerta lateral, casi como metáfora de un retorno discreto, no triunfal.


Allí se encontraron Manzur, Jaldo, el vicegobernador Miguel Acevedo, la intendenta de la Capital Rossana Chahla y las senadoras Beatriz Ávila y Sandra Mendoza. Una cumbre relámpago de café y política. El gesto fue claro: mostrar que el diálogo existe, aunque los cimientos de esa supuesta unidad estén lejos de consolidarse.


Chahla fue una de las más entusiastas: “Era mi sueño verlos juntos”, dijo. Describió la escena como una casualidad orquestada: "Abrí la puerta (del despacho del Gobernador) y me los encontré. Y todo fluyó". Según ella, no hubo nada forzado, pero también reconoció que Miguel

Acevedo fue el articulador del encuentro.


Acevedo, por su parte, defendió la reunión con un tono más institucional que político: “En una fecha patria pueden confluir distintos sectores, y eso es una señal de esperanza”. Evitó hablar de un acuerdo electoral, aunque reconoció que hizo su parte para propiciar el diálogo. “Yo siempre voy a intentar acercar, tenga o no tenga éxito”, aseguró.


La foto de unidad del peronismo tucumano en el 9 de Julio: ¿Por convicción o por espanto?

Pero el trasfondo político es inevitable. La senadora Sandra Mendoza dejó entrever esta semana que la unidad del peronismo será posible si se incluyen a “quienes piensan como nosotros” en las listas de octubre. La esposa del exlegislador José “Mellizo” Orellana se mostró dispuesta al diálogo, pero también lanzó críticas veladas al gobernador Jaldo: “Nosotros siempre estuvimos en el mismo lugar, defendiendo a los jubilados, la educación pública, la salud... No sé si él también”.


La foto del 9 de Julio, con Manzur, Jaldo, Mendoza, Ávila y Chahla, fue celebrada por algunos como un acto de madurez política. Otros, en cambio, la leyeron con escepticismo. Un politólogo tucumano consultado por Tendencia de Noticias fue directo: “Esto sella un acuerdo electoral. No tenés que caerle bien al otro para negociar. La unidad no nace del amor, sino de la necesidad de no perder frente a La Libertad Avanza”. Y agregó: “Si el peronismo va dividido, LLA los complica. Una medición indica que el 10% de los votantes peronistas planea votar en blanco. Y el ausentismo favorece al adversario”.


En otras palabras, el peronismo tucumano se vio obligado a una foto de unidad, pero no por cohesión ideológica ni por afecto mutuo, sino por cálculo electoral, frente a la amenaza de una derrota en manos del espacio libertario en octubre La frase de Borges resuena una vez más: no los une el amor... sino el espanto.

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