
Inter Miami dio un golpe de autoridad en su visita a Cincinnati y selló el pase a la final de la Conferencia Este con un 4-0 que tuvo a Lionel Messi como protagonista absoluto. El capitán rosarino abrió la cuenta con un cabezazo preciso y, a partir de allí, manejó los hilos del partido para que el conjunto de Javier Mascherano firmara una noche perfecta fuera de casa.
Tras su gol inicial, Messi se convirtió en el eje creativo del equipo en el complemento. Primero asistió a Mateo Silvetti con un pase quirúrgico que permitió el 2-0, y luego habilitó en dos oportunidades a Tadeo Allende, quien aprovechó la claridad del 10 para convertir un doblete que sentenció la historia mucho antes del cierre. La sociedad ofensiva entre los juveniles y el astro fue demoledora para una defensa local que nunca logró ajustarse.

Cincinnati, superado en cada sector del campo, no encontró respuestas ante la circulación y el ritmo impuesto por las Garzas. Cada recuperación se transformó en una oportunidad peligrosa para el visitante, que mantuvo la intensidad y la solidez defensiva incluso con el resultado ampliamente a favor. El plan de Mascherano funcionó de principio a fin, con presión ordenada, salida limpia y una eficacia notable en los metros finales.
Con esta goleada, Inter Miami quedó a un paso de disputar el título de la MLS y espera por el ganador entre Philadelphia Union y New York City. El equipo llega en su mejor momento, con un Messi determinante y jóvenes que responden a la confianza del cuerpo técnico. Si mantiene este nivel, el sueño del campeonato está más vivo que nunca.

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