
Foto: Walter y Juan Gasparini / Gaspafotos / Los Pumas
A un paso estuvieron Los Pumas de lograr, por primera vez en su historia, tres triunfos en la gira europea. Tras las victorias sobre Gales y Escocia, el seleccionado nacional enfrentó a Inglaterra en Twickenham. Con un rendimiento ascendente, los dirigidos por Felipe Contepomi jugaron un gran segundo tiempo y quedaron a un paso de la remontada, pero cayeron 27-23 ante la "Rosa".
En realidad, durante los primeros minutos, el combinado "albiceleste" se mostró un poco mejor en cancha. De hecho, ganó el primer scrum del partido, que correspondía a Inglaterra, y forzó un penal. Sin embargo, después no pudo capitalizar el ataque. Esa iba a ser, justamente, la principal diferencia entre ambos equipos: la efectividad.
Tras algunos minutos sin claridad, Inglaterra logró romper el cero con un drop de George Ford, luego de una sorpresiva jugada preparada en el line que le permitió a Sam Underhill ganar muchos metros. Y en la salida siguiente, una mala recepción argentina y un error de Juan Cruz Mallía, que intentó soltar un pase desde el piso, fue aprovechado por el centro Max Ojomoh, que interceptó la pelota y, sin marca, corrió hacia el ingoal. 10-0 en 10 minutos, casi sin haber marcado diferencias en el juego.
Los Pumas respondieron. Porque, en realidad, no es que jugaron un mal primer tiempo, sino que no supieron aprovechar sus chances. A los 15 minutos, a Thomas Gallo se le escapó la pelota justo cuando recibía en la puerta del ingoal. Inmediatamente después, tras generar un scrum a favor luego de tapar la salida de fondo de Inglaterra, el pilar tucumano tuvo su revancha, pero la pelota quedó trabada cuando se zambullía en el ingoal.
La noche seguía esquiva en Londres. Tras una pesca de Julián Montoya, Santiago Carreras -que entró unos minutos en reemplazo de Tomás Albornoz, que debió someterse al protocolo por un golpe en la cabeza- estrelló un penal contra el palo. Igual que ante Escocia, nada parecía salirle al seleccionado nacinoal.
Del otro lado, la situación era otra. Antes de los 30, un gran kick de Ojomoh encontró solo por la derecha a Immanuel Feyi-Wabosu, que capturó la pelota y corrió por la banda sin marca para apoyar. Un 17-0 quizás exagerado, pero que evidenciaba la diferencia de eficacia.
A Los Pumas se les seguían escapando las oportunidades. Tras un buen quiebre, Matías Moroni se iba mano a mano al ingoal, y justo cuando soltaba el último pase para encontrar a un compañero en soledad, la pelota rebotó en la cara de Ford. Al menos, un par de minutos después, Albornoz, con un penal desde mitad de cancha, le permitió a Argentina salir del cero. EL 17-3 se mantuvo hasta el descanso, con un try anulado a Luke Cowan-Dickie luego de que se constatara, TMO mediante, que había cometido knock on al intentar apoyar.
Ese try anulado parecía darle vida a los de Contepomi. Y, efectivamente, así fue. A los cinco minutos del complemento, un buen quiebre de Justo Piccardo inició una gran secuencia ofensiva, que el propio centro culminó con el primer try argentino. Rápidamente, el seleccionado nacional se ponía a un try convertido de distancia.
Durante los primeros 20 minutos de la segunda mitad, el dominio fue totalmente argentino. Aunque no pudo volver a anotar un try, un penal de Albornoz y otro de Carreras, ya de regreso en cancha, recortaron la diferencia a solo un punto.
Inglaterra estaba claramente golpeado. Con la necesidad de tomar un poco de aire, Ford intentó un drop, que se fue desviado. Pero apenas un par de minutos después, a falta de 15 minutos para el final, la "Rosa" llegó al try por intermedio de Henry Slade, tras un maul que se derrumbó por el costado izquierdo.
El 24-16 parecía difícil de remontar. Y todavía más el 27-16 que quedó decretado tras un penal de Ford, a falta de ocho minutos para el final. Pero el partido todavía tenía guardadas algunas emociones.
A falta de un minuto para el final del partido, el empuje de Los Pumas, con mucho corazón, trajo sus réditos. No con el intento de Joaquín Oviedo, que, en una jugada similar a la de Cowan-Dickie, fue anulado por una infracción inglesa que le impidió apoyar y derivó en una amarilla a Tom Curry; pero sí, en la jugada posterior, con la llegada de Rodrigo Isgró por la punta derecha. Carreras pateó -y acertó- la conversión de drop, para agilizar tiempos, y logró que la pelota ingresara antes de cumplirse el tiempo. Había, entonces, tiempo para una jugada más.
Tras capturar la pelota en la salida rival, Los Pumas comenzaron una larga secuencia desde el fondo para ganar metros. Con mucha pasividad por temor a cometer penales, Inglaterra no pudo más que hacer sombra y ver cómo su rival, envalentonado, ganaba metros y metros. Carreras vio un hueco con pelota en mano y se lanzó, pero luego debió soltar el pase para Isgró, que cayó tackleado. De todas formas, Argentina forzó un penal, y decidió ir al touch a poco metros del ingoal. Sin embargo, la suerte no acompañó: el lanzamiento de Ignacio Ruiz no conectó con uno de los saltadores y el pique favoreció a Inglaterra, que recuperó la posesión, sacó la pelota y selló el triunfo por 27-23.
Derrota dolorosa para Los Pumas, que igualmente ratificaron, una vez más, que están a la altura de prácticamente cualquier rival. Así, cierran un 2025 positivo, y lo que es mejor, todavía con mucho margen de mejora. Ahora, los de Contepomi esperarán al 3 de diciembre, día en que se sorteará el Mundial 2027.
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