En medio de la polémica por la recategorización de los usuarios con subsidios nacionales al servicio de energía eléctrica, que en Tucumán implicó que cerca de 20 mil clientes de EDET fueran excluidos del beneficio, de acuerdo a datos que surgen del último informe del Observatorio de Tarifas y Subsidios IIEP, que realiza UBA-Conicet, nuestra provincia es la tercera jurisdicción con la factura de luz más cara para los ingresos bajos, con un nivel de costo de $45.847 (por encima del promedio nacional $32.116), sólo superada por Río Negro ($54.381) y Mendoza ($52.604), todas las variables refieren a un consumo de hasta 256Kw por mes (precios a enero de 2025). La provincia con menor valor en la facturación del servicio para ingresos bajos, es La Rioja con $4.070.
Un análisis transversal indica que la factura final promedio de un hogar de altos ingresos es 1,8 y 1,5 veces superior respecto de la factura de un hogar N 2 y N 3 respectivamente.
La comparación de los cuadros tarifarios entre jurisdicciones indica que, ante igual consumo, las facturas finales más bajas se encuentran en La Rioja, Santa Cruz y en el AMBA para todos los segmentos de ingresos.
"La dispersión de tarifas es multicausal, es un proceso complejo de identificación de costos que reflejan las características propias de la red, de la región en donde se presta el servicio y de la frecuencia de actualizaciones sobre los costos de distribuir la energía. A su vez, responde no solo a diferentes estructuras tarifarias, y a características estructurales propias del servicio público de distribución, sino también a factores exógenos como la existencia de diferentes cargas impositivas y
anomalías regulatorias que altera artificialmente los niveles tarifarios en algunas jurisdicciones", se argumenta en el informe.
Curiosamente, el análisis efectuado por el IIEP, demuestra que, para los usuarios tucumanos de menores ingresos (N2), en la composición de la boleta, el factor que mayor incidencia tiene es el vinculado con el Valor Agregado de Distribución (VAD, única fuente de ingresos por parte de EDET, según lo reconocido por la propia firma), ya que el 59% de la factura está explicada por este cargo, cuando en el nivel alto dicho ítem llega al 39%, mientras que en los niveles medios es del 47%.
Paralelamente, el costo especifico de la energía en la boleta de la luz solamente cubre el 13% en el caso de los sectores N2, el 33% (N1) y el 26% (N3). En el caso de los impuestos, esta carga es igual para todos los niveles en Tucumán, llegando al 28% de la composición final de la factura.
Cambio de esquema
En este marco, desde la administración de Javier Milei se enfocan ahora en implementar un nuevo régimen de "tarifa focalizada".
La intención de la Secretaría de Energía de la Nación, es ajustar la asistencia a quienes realmente necesiten de los subsidios. Hasta el momento, el sistema se divide en tres niveles: ingresos altos (N1), bajos (N2) y medios (N3) que está vigente desde 2022, por lo que la pretensión libertaria es cambiar este esquema a partir de mayo.
La medida establecería solo dos categorías: usuarios con subsidios, definidos con una tarifa social, y usuarios sin subsidio. Será similar al esquema durante la gestión de Mauricio Macri entre 2016 y 2019.
El plan del Gobierno, además, contempla ajustes tarifarios mensuales durante el verano, con el objetivo de acompañar la inflación y hasta incluso marcar una pauta de desaceleración de los precios. Luego, se realizarán audiencias públicas convocadas por los entes reguladores de electricidad (ENRE) y gas (ENARGAS) para definir los cuadros tarifarios que regirán durante el resto del 2025. Se trata de la Revisión Quinquenal Tarifaria (RQT) de las empresas transportistas y las distribuidoras, para el caso provincial las solicitadas por TRANSNOA y EDET.
Merma de subsidios
En tanto, tomando en consideración el análisis efectuado por el IIEP, los subsidios a las tarifas de luz y de gas cayeron 38% en términos reales (es decir, descontada la inflación) en 2024. Aun con esa baja, el Estado todavía cubre más de la mitad del costo de la energía eléctrica y del gas natural que consumen los usuarios residenciales.
Según el trabajo, los subsidios a la energía representaron el 76% de las transferencias a privados totales en 2024 y aumentaron 107% interanual, lo que muestra una reducción real de 38% interanual.
Con la quita gradual de la asistencia estatal que aplicó la Secretaría de Energía a los hogares durante el año pasado, los usuarios de ingresos medios (N3) tienen una bonificación de 59% sobre un bloque de consumo, que también se redujo al pasar de 400 kw mensuales a 250 kw por mes en el caso de los usuarios de ingresos medios. Mientras, los hogares de menores ingresos (N2) cuentan con una bonificación de 74% sobre el bloque de consumo subsidiado. En ambos casos, el excedente se paga a precio pleno.
Cobertura de costos
A pesar del alza en los cuadros tarifarios y las bonificaciones otorgadas a los hogares de bajos y medios ingresos, el 49% de la cobertura de costos del sistema eléctrico lo aporta el usuario, mientras el 51% es cubierto por el Estado.
En tanto, el usuario residencial abona el 45% de los costos de abastecimiento del gas y Nación aporta el otro 55%. En ese sentido, el trabajo destaca que los subsidios a la Energía representan el 45% de las subvenciones totales.
Según el trabajo del Observatorio de Tarifas y Subsidios IIEP, la cobertura de los costos de las tarifas energéticas “no alcanza al 100%” en ningún segmento de usuarios residenciales en enero de 2025. A continuación, la cobertura de costo real de la luz y el gas de acuerdo a la segmentación de hogares:
Altos ingresos (nivel 1): cubre solo el 87% del valor del gas y el 93% de la luz;
Bajos ingresos (nivel 2): abona el 31% del abastecimiento de gas y el 26% de la electricidad;
Ingresos medios (nivel 3): aporta el 41% en el costo de luz y el 39% del gas.