A una década de la entrada en vigencia del Código Civil y Comercial, el ministro de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, Ricardo Lorenzetti, uno de los arquitectos de esa normativa que modificó sustancialmente el esquema de administración de justicia, instó a “reconectar” la tarea que realiza la magistratura con la sociedad. En ese contexto, definió que “el Código es acción pura”, frente a lo cual quienes imparten justicia no pueden “quedarse al costado del camino”.
Lorenzetti participó de la apertura de las Jornadas Nacionales por los 10 años de vigencia del Código Civil y Comercial, que comenzaron este miércoles en el Teatro San Martín y continuarán este jueves y el viernes en el Hotel Catalinas Park, con la presencia de docentes y juristas de todo el país. Las actividades son organizadas por el Consejo Asesor de la Magistratura, con la colaboración de distintas instituciones académicas y de la judicatura de nuestra provincia. Durante su visita, Lorenzetti recibió el título de Doctor Honoris Causa de la Universidad San Pablo-T, que acompañó activamente la realización de este evento académico federal.
En su mensaje, el vocal del máximo tribunal de justicia del país apeló directamente al compromiso, la acción y la actualización del derecho frente a los desafíos contemporáneos.
“El Código es una reforma importantísima, es el código de la vida privada, pero también es un accionar que nos invita a actuar”, afirmó Lorenzetti al inicio de su intervención. Y agregó: “Vemos mucha pasividad, mucha desilusión. Y el mensaje que les damos desde el mundo académico y jurídico es claro: actúen. No se queden al costado del camino”.
Uno de los ejes centrales del discurso fue la idea de reconectar a las instituciones con la sociedad. “Este es el fenómeno más dramático del siglo XXI, donde las instituciones van por un camino y la sociedad por otro. Esa desconexión genera desilusión, inseguridad, soledad”, sostuvo el juez del alto tribunal.
Para ejemplificarlo, rememoró el fallo de la Corte durante la crisis del 2001, en el marco del “corralito bancario”, y cómo la resolución judicial buscó reconstruir ese vínculo perdido. “No era un fallo técnicamente brillante, pero era un fallo transaccional, para reconectar la institución con la sociedad”, relató. “Nos costó dos años de trabajo, pero logramos que los argentinos recuperaran sus ahorros y se pacificara el conflicto”.
Lorenzetti resaltó que el Código Civil y Comercial logró articular la Constitución con el derecho privado, en lo que denominó un proceso de “constitucionalización del derecho”. Para él, esta reconexión conceptual fue esencial: “Hoy la Constitución también está en el derecho privado. El Código dejó mucho más claras las ideas y permitió que los principios estén reflejados en ambos ámbitos”.
“Debemos entender que los derechos individuales no pueden ejercerse de forma aislada, sin tener en cuenta el ambiente, la buena fe, el abuso de derecho o la posición dominante. El ejercicio de derechos no puede destruir lo colectivo”, remarcó.
Leer, aplicar y transformar
El ministro propuso pensar el Código a partir de una serie de verbos que guían su interpretación y su implementación. Uno de ellos fue leer, en el sentido de “romper las fronteras entre disciplinas jurídicas” y adoptar una mirada horizontal y transversal. “Hoy no hay un código civil o comercial aislado: el Código articula lo público con lo privado, y cada especialidad encuentra allí herramientas”, explicó.
También destacó la importancia de aplicar. “El Código no es una teoría especulativa. Se trata de resolver problemas reales de personas reales. Y hoy es tan importante la aplicación como la norma, porque la distancia entre lo que se declara y lo que se vive es cada vez mayor”, advirtió.
En esa línea, señaló que la falta de implementación efectiva puede profundizar la desconfianza en las instituciones. “Si no achicamos esta brecha, las instituciones van a seguir perdiendo prestigio. Necesitamos que el Código sea real, concreto, disfrutable”, sentenció.
En otro tramo de su mensaje, Lorenzetti destacó la importancia del verbo transformar entorno al marco normativo que cumple 10 años de vigencia. “Este Código no está pensado desde la oferta sino desde la demanda. Está hecho para que las personas puedan organizar su vida según lo que consideren mejor”, dijo.
El derecho frente al ecosistema digital
Uno de los tramos más actuales y preocupantes del discurso de Lorenzetti fue su mirada sobre el mundo digital. “Hoy el Código no es solo para las relaciones físicas, sino también digitales. Vivimos en un nuevo ecosistema tecnológico donde ya no es solo inteligencia artificial: hay robótica, genoma humano, tecnologías de la vida”, enumeró.
Advirtió sobre los riesgos de la deshumanización y el autoritarismo tecnológico. “Antes estudiábamos la acción humana sobre la naturaleza. Hoy estudiamos la acción del humano sobre el humano. Y eso ya lo estamos viviendo: cancelaciones, presiones, vidas arruinadas por una foto o un comentario”, alertó.
Para Lorenzetti, los niños y adolescentes están en peligro. “Están encerrados, solos, conectados a un mundo desconocido. Hay violencia, adicción al juego, pornografía, y los adultos estamos desconectados de su lenguaje y su realidad”, afirmó con preocupación. “Pero el Código tiene instrumentos para proteger: tutela preventiva, resarcitoria, derechos personalísimos”.
Sobre el cierre, el juez hizo un análisis sociológico del presente juvenil. “Los grandes relatos del siglo XX han sido reemplazados por microrrelatos. Ya no se identifican con ideologías políticas sino con influencers, marcas, estilos de vida. Hay un descenso a las microidentidades”, sostuvo.
Con una mirada crítica, agregó: “Detrás de esa levedad, lo único que queda es la ansiedad, la soledad. Por eso el Código también debe ser una guía de sentido”.
Luego, citó a Milan Kundera y a Beethoven para oponer la “insoportable levedad del ser” con el compromiso. “Lo pesado es involucrarse. Participar. Tener ideales. Esa es la verdadera libertad”, concluyó. “Mi mensaje final es ese: idealismo. El himno a la alegría que nos da luchar por algo”.
Ante un colmado auditorio que aplaudió efusivamente su intervención, Lorenzetti hizo un profundo llamado a la acción, a la responsabilidad individual y al compromiso colectivo “en tiempos de crisis institucional, tecnológica y social”. En sus palabras, el Código Civil y Comercial no es un texto estático: “Es una herramienta viva, construida para transformar la realidad, proteger a los más vulnerables y preservar el contrato social argentino en tiempos de incertidumbre”.