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SEMANA SANTA

Viernes Santo: el significado de la Cruz y los orígenes del Vía Crucis

Es un día sin misa, pero con una liturgia profundamente significativa que invita a contemplar la pasión y muerte del Hijo de Dios.

Por Tendencia de noticias

18 abr, 2025 04:25 p.m. Actualizado: 18 abr, 2025 04:25 p.m. AR
Viernes Santo: el significado de la Cruz y los orígenes del Vía Crucis

Cada año, el Viernes Santo convoca a millones de creyentes alrededor del mundo a recordar el día de la muerte de Jesús, ocurrido —según la tradición cristiana— un viernes 14 del mes de Nisán. Se trata de una jornada de recogimiento, marcada por el silencio, el ayuno y la oración. Es un día sin misa, pero con una liturgia profundamente significativa que invita a contemplar la pasión y muerte del Hijo de Dios.

 

¿Qué se conmemora en Viernes Santo?


El Viernes Santo forma parte del Triduo Pascual, el corazón del calendario litúrgico cristiano, y está destinado a conmemorar el sacrificio de Cristo en la cruz. La liturgia se compone de tres partes: la Liturgia de la Palabra, la Adoración de la Cruz y la Comunión. No se celebra la Eucaristía, pero sí se distribuye la Comunión consagrada el día anterior, durante la Misa de la Cena del Señor.

 

Durante esta jornada, los fieles son invitados a contemplar el misterio del amor de Dios manifestado en la cruz. Según el profeta Isaías, "Él tomó sobre sí nuestros sufrimientos, cargó con nuestros dolores" (Is 52,13–53,12). San Pablo, por su parte, recuerda que "Jesús, siendo rico, se hizo pobre por vosotros, para que os enriquecierais con su pobreza" (2 Cor 8,9).

 

A la sombra de la cruz, los cristianos encuentran consuelo, esperanza y sentido incluso en medio del sufrimiento. En palabras del pensamiento espiritual cristiano: el corazón, iluminado por la fe, entiende lo que la razón no alcanza.

 

El Vía Crucis: un camino de fe


Una de las prácticas más representativas del Viernes Santo es el Vía Crucis, o "Camino de la Cruz". Este recorrido espiritual sigue los pasos de Jesús desde su condena hasta el sepulcro. Aunque sus raíces se remontan a los primeros siglos del cristianismo y están profundamente ligadas a Jerusalén, su forma actual con catorce estaciones tomó forma entre los siglos XIII y XVII.

 

Figuras clave como San Bernardo de Claraval, San Francisco de Asís y San Buenaventura prepararon el terreno para esta devoción. Ya en el siglo XVII, los franciscanos popularizaron el Vía Crucis en España, y en Italia fue impulsado con fervor por San Leonardo de Porto Maurizio, quien introdujo meditaciones para cada estación.

 

Las 14 estaciones del Vía Crucis


Cada estación recuerda un momento clave del camino de Jesús hacia el Calvario:

 

  1. Jesús es condenado a muerte

  2. Jesús carga con la cruz

  3. Primera caída de Jesús 

  4. Jesús encuentra a su Madre 

  5. Simón de Cirene ayuda a Jesús 

  6. La Verónica limpia el rostro de Jesús 

  7. Segunda caída de Jesús 

  8. Jesús consuela a las mujeres de Jerusalén 

  9. Tercera caída de Jesús 

  10. Jesús es despojado de sus vestiduras 

  11. Jesús es clavado en la cruz 

  12. Jesús muere en la cruz 

  13. Jesús es bajado de la cruz 

  14. Jesús es colocado en el sepulcro

 

En algunas celebraciones contemporáneas, como en la Plaza de San Pedro en el Vaticano, las meditaciones que acompañan este camino son escritas por niños y jóvenes, lo que aporta una mirada renovada y sencilla al misterio de la Pasión.

 

Un camino hacia la esperanza

 

Lejos de ser solo un acto de memoria, el Vía Crucis y la celebración del Viernes Santo son una invitación a renovar la fe en medio del dolor y la incertidumbre. Para los cristianos, la cruz no es el final, sino el camino hacia la vida. Es allí donde el sufrimiento humano se une al divino, donde la muerte se transforma en promesa de resurrección.


Fuente: con información del vaticannews.-

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