Según confirmo Noticias Argentinas las enfermedades del corazón constituyen la principal causa de muerte en el mundo, con aproximadamente 15,2 millones de fallecimientos anuales. En Argentina, representan cerca del 26% de las muertes, siendo más frecuentes en mujeres (27,3%) que en hombres (24,5%).
Una de cada tres mujeres muere a causa de enfermedades cardiovasculares, un riesgo que aumenta significativamente después de la menopausia y que duplica la mortalidad atribuida al cáncer. Con el objetivo de concientizar a la población sobre la prevención de estas enfermedades, cada 29 de septiembre desde hace más de dos décadas se conmemora el Día Mundial del Corazón.
Tras la menopausia, la disminución de los niveles de estrógeno provoca alteraciones en el perfil lipídico, mayor rigidez arterial, incremento de la presión arterial y acumulación de grasa visceral. Estos cambios elevan las probabilidades de sufrir infartos, angina o arritmias. Las mujeres que atraviesan una menopausia precoz presentan un riesgo aún mayor, por lo que resulta indispensable realizar controles médicos periódicos.
Un aspecto clave en la prevención es el reconocimiento de las diferencias en los síntomas de infarto entre hombres y mujeres. Si bien el dolor o la presión en el pecho es el signo más común en ambos casos, las mujeres pueden presentar síntomas atípicos, como dolor en el cuello, mandíbula, hombros, brazos o espalda, dificultad para respirar, náuseas, sudoración, mareos o fatiga inusual. Incluso, algunas pueden sufrir infartos sin obstrucciones significativas en las arterias principales, un cuadro conocido como enfermedad coronaria microvascular (MINOCA).
En cuanto a los factores de riesgo, se dividen en modificables —como el colesterol elevado, la hipertensión, la obesidad, el sedentarismo, el tabaquismo y la diabetes— y no modificables, como la edad, los antecedentes familiares y el sexo.
En el caso de las mujeres, adquieren especial relevancia ciertas condiciones propias de la salud femenina, como la hipertensión durante el embarazo, la preeclampsia, la diabetes gestacional, el síndrome de ovario poliquístico y la historia de menopausia precoz. Ante cualquiera de estos antecedentes, los especialistas recomiendan realizar al menos un control médico anual.
En este contexto, la Dra. Daniela Nosetto (M.N. 141.096), cardióloga especialista en
hipertensión arterial y dislipemias del Servicio de Cardiología del Hospital Británico, destaca que este Día Mundial del Corazón busca convocar a la comunidad a reconocer la importancia del cuidado cardiovascular. Recuerda que en Argentina se producen más de 50 mil infartos al año y que las enfermedades del corazón continúan siendo la principal causa de muerte. En este sentido, subraya que muchas vidas podrían salvarse mediante la prevención, la detección temprana y la adopción de estilos de vida saludables.
Por su parte, la Dra. Mariana Orozco Tapia (M.N. 176.080), cardióloga con fellowship en Hipertensión Arterial, Cardiometabolismo y Dislipemias en el mismo centro de salud, remarca que reconocer las señales de alerta es fundamental para una consulta temprana. Entre los síntomas que deben generar atención menciona el dolor u opresión en el pecho, las molestias irradiadas al cuello, mandíbula, hombros, brazos o espalda, la dificultad para respirar, las náuseas o la indigestión, el sudor frío, los mareos, el cansancio inusual y la aparición de síntomas incluso en reposo, una situación que resulta más frecuente en mujeres.
Finalmente, ambas especialistas coinciden en que la prevención es la herramienta más efectiva para cuidar la salud cardiovascular. Mantener una alimentación equilibrada, realizar al menos 150 minutos de actividad física moderada por semana, controlar regularmente la presión arterial, el colesterol y la glucemia, evitar el tabaquismo y el consumo excesivo de alcohol, junto con una adecuada gestión del estrés, son hábitos que reducen significativamente el riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares.