El episodio afectó a personas de Ciudad de Buenos Aires, provincia de Buenos Aires y Tucumán, con casos registrados entre diciembre de 2024 y mayo de 2025. Tras entrevistas y análisis, se detectó que un queso de producción industrial de baja escala presentaba una alta relación genómica con los pacientes infectados. La planta productora fue identificada como fuente de la contaminación.
De acuerdo al Ministerio, el brote corresponde al “complejo clonal hipervirulento 1”, una cepa que puede provocar cuadros graves y potencialmente mortales, especialmente en embarazadas, bebés, adultos mayores y personas con defensas bajas. Los síntomas más frecuentes incluyen fiebre, escalofríos, dolores musculares, vómitos, diarrea y, en casos graves, meningitis o septicemia.
Ante la situación, se emitieron recomendaciones para prevenir la listeriosis, como mantener la higiene en la preparación de alimentos, evitar la contaminación cruzada, consumir lácteos pasteurizados y elegir siempre productos de elaboradores habilitados. Las autoridades también remarcaron la necesidad de reforzar las inspecciones y las buenas prácticas de manufactura en productores locales.
Fuente: El Tucumano