Autor: JUAN VARGAS/NA
En una jornada cargada de tensión política, la Cámara de Diputados rechazó el veto presidencial a la Ley de Emergencia en Discapacidad, propinando así un contundente revés al gobierno de Javier Milei. La oposición logró reunir con holgura la mayoría especial de dos tercios, con 172 votos afirmativos frente a 73 rechazos y dos abstenciones. La norma, que había sido aprobada con amplio consenso político, contempla la actualización de los aranceles de prestaciones por discapacidad conforme a la inflación y establece una pensión no contributiva equivalente al 70% del haber mínimo. El Poder Ejecutivo la había vetado argumentando un alto costo fiscal, pero el argumento no logró sostenerse ante el amplio respaldo legislativo.
Horas antes del inicio del debate, el vocero presidencial Manuel Adorni intentó mitigar el impacto anticipando por redes sociales que el Gobierno estaba evaluando un aumento en las prestaciones para personas con discapacidad. “Nuestra decisión es priorizar la atención de las personas con discapacidad, fortaleciendo las prestaciones médicas, terapéuticas y de apoyo”, expresó, en lo que fue leído como un intento de dividir a la oposición. Sin embargo, la estrategia fracasó y la oposición se mostró firme en su postura.
La sesión evidenció además las grietas internas en el oficialismo y la fragilidad de sus alianzas. Diputados del MID como Oscar Zago y Eduardo Falcone, antes alineados con La Libertad Avanza, votaron a favor del rechazo al veto. Zago, incluso, había sido jefe de bloque de los libertarios en el inicio del mandato. A ellos se sumaron cinco diputados del PRO —Karina Bachey, Héctor Baldassi, Sofía Brambilla, Álvaro González y Ana Clara Romero— que votaron en favor del tratamiento, desmarcándose del acuerdo electoral entre Milei y el PRO en distritos clave como CABA y Buenos Aires. También aportaron votos decisivos bloques provinciales como Innovación Federal, alineado con los gobernadores de Salta, Misiones y Río Negro, además de legisladores de Tucumán, San Juan y Santa Cruz, cuyos mandatarios mantienen relaciones tensas con la Casa Rosada.
El debate estuvo atravesado por discursos encendidos. Pablo Juliano, de Democracia para Siempre, cuestionó los argumentos fiscales del Ejecutivo y sostuvo que la Oficina de Presupuesto del Congreso estimó que el costo de la ley representa solo el 0,03% del PBI. “El Presidente nos llama hasta genocidas. ¿Cómo puede ser que el veto diga que las medidas cuestan 6%?”, cuestionó. Desde el oficialismo, el diputado libertario Santiago Santurio respondió acusando a la oposición de querer desestabilizar al Gobierno: “El kirchnerismo está dispuesto a prender fuego el país para gobernar sobre las cenizas, pero no lo vamos a permitir.”
La votación final confirmó el rechazo al veto y marcó un punto de inflexión en la dinámica parlamentaria. Además de Unión por la Patria, votaron en favor del rechazo Encuentro Federal, Democracia para Siempre, la Coalición Cívica, el Frente de Izquierda, parte del PRO, Futuro y Libertad, Innovación Federal y otros bloques provinciales. La UCR también acompañó en su mayoría, salvo algunos legisladores cercanos a gobernadores aliados al oficialismo, como Alfredo Cornejo en Mendoza y Leandro Zdero en Chaco. Incluso dos legisladores libertarios, Marcela Pagano y Carlos D’Alessandro, votaron en contra del Gobierno, sumando otro signo de la creciente disidencia interna. La sesión dejó expuesto un escenario político más fragmentado y la creciente dificultad del oficialismo para imponer su agenda en el Congreso.
Fuente: Infobae - Noticias Argentinas