Le redujeron la pena a la científica del CONICET condenada por el crimen de su amigo

El Tribunal de Impugnaciones de San Juan resolvió reducir la condena a Luciana Bustos, la científica del CONICET que había sido sentenciada a prisión perpetua por el asesinato de su amigo Marcelo José Amarfil. El fallo modificó la calificación penal y encuadró el hecho como homicidio simple.

La decisión fue adoptada por los jueces Juan Carlos Caballero Vidal, Eduardo Raed y Benedicto Correa, quienes dejaron sin efecto la condena dictada en mayo de este año, cuando Bustos había sido considerada culpable de homicidio agravado por el vínculo y alevosía.

Con la nueva calificación, la acusada enfrenta una pena prevista de entre 8 y 25 años de prisión. Según el tribunal, no quedó acreditada la existencia de una relación de pareja entre Bustos y la víctima, ni tampoco la hipótesis de alevosía, fundamentos centrales de la sentencia original.

De acuerdo con la información del Diario El Cuyo, a la que accedió la Agencia Noticias Argentinas, los magistrados concluyeron que el vínculo entre ambos era de amistad, por lo que descartaron el agravante por relación sentimental. En la misma resolución, rechazaron los recursos presentados por el Ministerio Público Fiscal y por la querella, que pretendían sostener la figura de homicidio doblemente agravado.

Con este nuevo encuadre, el tribunal consideró probado que Bustos dio muerte a Amarfil de manera intencional, aunque sin los agravantes que habían derivado en la pena máxima.

El crimen de Marcelo José Amarfil

El homicidio ocurrió la noche del 16 de enero de 2024, cuando Bustos pasó a buscar a Amarfil por su domicilio. Ambos fueron a un bar y, ya en la madrugada del 17, se estacionaron en las inmediaciones del Aeropuerto Domingo Faustino Sarmiento.

Según la investigación, en ese lugar mantuvieron relaciones sexuales y, durante el encuentro, Bustos ató las manos de la víctima al volante, le colocó un antifaz y luego lo degolló y lo apuñaló en seis oportunidades.

Tras el hecho, y al arribar un efectivo policial, la acusada intentó instalar la versión de que su amigo se había suicidado. Sin embargo, las pericias y la reconstrucción del episodio permitieron determinar que se trató de un homicidio.

Durante el juicio oral, la defensa de Bustos sostuvo que actuó en legítima defensa frente a un intento de abuso sexual, pero esa hipótesis fue descartada por los tribunales intervinientes.