
Durante los operativos de alcoholemia realizados en Nochebuena y Navidad, la Ciudad de Buenos Aires llevó adelante 5.394 controles en más de 30 puestos estratégicos, con un saldo de 30 conductores que dieron positivo y a quienes se les retuvo la licencia de conducir.
Según un informe al que accedió la Agencia Noticias Argentinas, la tasa de positividad fue del 0,47%, lo que representa una caída significativa frente a 2024, cuando se habían efectuado 5.399 controles con un índice de 0,83%.
Los límites vigentes en la Ciudad establecen un máximo de 0,5 gramos de alcohol por litro de sangre para conductores de autos particulares, 0,2 g/l para motociclistas y acompañantes, y tolerancia cero para conductores principiantes y profesionales.
Del total de casos positivos detectados, 11 conductores registraron un dosaje superior a 1 g/l, mientras que otros 19 se ubicaron entre 0,5 y 0,99 g/l. El registro más alto fue de 1,74 g/l de alcohol en sangre.
En la Ciudad, uno de cada cinco siniestros viales fatales está vinculado al consumo de alcohol, por lo que durante las Fiestas se refuerzan los controles preventivos que se realizan de manera permanente en las 15 comunas porteñas. En lo que va del año ya se efectuaron más de 470.000 controles, con una tasa de positividad del 0,97%, y se retuvieron alrededor de 4.300 licencias de conducir.
Parte de los operativos desplegados por el Ministerio de Movilidad e Infraestructura se llevaron a cabo mediante la metodología conocida como embudo, que obliga a los vehículos a circular a baja velocidad, refuerza la percepción del control y mejora la seguridad del personal. Este procedimiento es un estándar recomendado por la Organización Mundial de la Salud.
Los controles se complementan con sanciones más estrictas para quienes conducen alcoholizados. En todos los casos en que se superan los límites permitidos, los conductores quedan inhabilitados por un mínimo de dos meses, se les retiene la licencia y se procede al acarreo del vehículo. No está permitido ceder el volante bajo ninguna circunstancia.
Para regularizar su situación —que varía según el nivel de alcoholemia— los infractores deben presentarse ante la Dirección General de Administración de Infracciones o la Justicia contravencional. Además del pago de la multa, deben asistir obligatoriamente a un taller de educación vial de ocho horas de duración, dividido en dos encuentros de cuatro horas.
Escala de sanciones
. Entre 0,5 g/l y 1 g/l: multa de entre $119.776,5 y $798.510, más inhabilitación de la licencia por un período de 2 a 4 meses. En la primera infracción, el plazo puede reducirse a la mitad si se aprueba el curso de educación vial. Se mantiene la retención de la licencia y el acarreo del vehículo.
Desde 1 g/l en adelante: multa de entre $239.553 y $1.597.020, o arresto de 1 a 10 días, e inhabilitación de la licencia de entre 4 meses y 2 años, sin posibilidad de suspensión. En la primera contravención, el plazo puede reducirse a la mitad con la aprobación del curso de seguridad vial.
Negativa al control de alcoholemia: multa de $798.510 y remisión inmediata del vehículo.