Más de 200 estudiantes de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Tucumán (UNT) participaron este lunes de un encuentro encabezado por la intendenta Rossana Chahla, en el Teatro Municipal Rosita Ávila. El evento marcó un nuevo paso en la implementación de un innovador programa de formación médica que une a la Municipalidad de San Miguel de Tucumán y la casa de altos estudios, con un claro enfoque en el beneficio social.
Gracias al convenio entre ambas instituciones, los alumnos podrán realizar desde el primer año prácticas en Centros de Atención Comunitaria (CAC) del municipio. Esta articulación no solo fortalece el sistema de salud pública local, sino que también impulsa la formación de profesionales más cercanos a la realidad social de los barrios.
“Este espacio curricular integrador permitirá que los futuros médicos estén desde el inicio de su carrera en contacto con la comunidad, lo que contribuirá a formar profesionales más humanos, comprometidos con la prevención y el servicio”, destacó Chahla, quien además de intendenta es médica y docente universitaria.
Durante el encuentro, estuvieron presentes autoridades académicas como el decano de la Facultad de Medicina, Mateo Martínez, y la vicedecana Liliana Tefaha, junto a funcionarios del gabinete municipal. Todos coincidieron en que esta política educativa no solo transforma la enseñanza médica, sino que representa un aporte concreto a la salud pública de Tucumán.
La intendenta subrayó que el proyecto forma parte de una estrategia diseñada desde el Plan 2020, con la participación de cátedras y equipos docentes de la UNT. “Este cambio curricular es un desafío, pero también una gran oportunidad para formar médicos al servicio de su gente, con una mirada integral sobre la salud y el entorno social”, afirmó.
Uno de los pilares del programa es su enfoque en la prevención como herramienta clave de la salud pública. En este sentido, la iniciativa promueve una formación médica basada en el contacto temprano con las problemáticas reales de los vecinos, lo que permite identificar necesidades, diseñar estrategias efectivas y anticipar soluciones.
“Estoy muy contenta de que el Municipio abra sus puertas a los estudiantes para que puedan trabajar junto a tutores, profesores e instructores, conociendo nuestras comunidades, nuestra ciudad, nuestras familias”, expresó Chahla. Y agregó: “Queremos profesionales que no solo sepan de medicina, sino también de su gente”.
Por su parte, el decano Mateo Martínez valoró profundamente la apertura del municipio. “Un buen médico no se forma si no interactúa con las personas. Esta experiencia en el territorio desde el primer año es un paso enorme hacia una educación médica más comprometida con la sociedad”, afirmó.
Las prácticas iniciarán próximamente en los CAC municipales, y se prevé que se extiendan a la Asistencia Pública. Según Martínez, este convenio representa un fortalecimiento de las oportunidades formativas para los estudiantes, pero sobre todo, “la beneficiaria última, sin duda, es la sociedad, que tendrá médicos mejor formados y más conscientes del entorno en el que ejercerán”.