La Sociedad Rural de Tucumán, a través de su presidente José Frías Silva, adoptó una postura ambivalente frente a la reestructuración del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), anunciada por el gobierno de Javier Milei. Mientras reconoce la necesidad de reformar una institución que considera “diezmada” y “cooptada políticamente”, la entidad expresó cautela sobre cómo se implementará esta medida y sus posibles consecuencias para el sector agropecuario, en un contexto de profunda crisis productiva, alta presión fiscal y desilusión con la clase política.
Frías Silva destacó que el INTA, históricamente un emblema de prestigio internacional, perdió su rumbo en los últimos años. “Es muy triste ver un INTA que estaba muy diezmado, también muy cooptado políticamente. Era muy difícil separar lo que es política de la producción dentro de este sector tan federal”, afirmó en declaraciones al Ocho TV. Aunque considera que la reestructuración es un “paso importante”, el líder ruralista señaló que hubiera preferido “un bisturí que una motosierra” para abordar las irregularidades institucionales. “Veremos qué pasa, ya las fichas están jugadas. Dios quiera que esto sea para bien y podamos sacar una buena conclusión de esto, y en el futuro, si no vemos que esté funcionando, podamos revertirlo”, agregó, subrayando la necesidad de que el INTA recupere su lugar en la mesa internacional de tecnología agropecuaria.
La reestructuración del INTA, que no implica su disolución sino una reorganización bajo la órbita del Ministerio de Economía, genera incertidumbre en la provincia. Frías Silva señaló que, según la información disponible, “están garantizado los puestos laborales en Tucumán por estos momentos”, pero advirtió que aún hay aspectos poco claros. La Sociedad Rural celebró algunas desregulaciones impulsadas por el gobierno nacional, pero insiste en que su efectividad dependerá de su implementación. “Cuando se van a aplicar, ahí empezamos a llegar a la realidad. Dios quiera que sea para bien de la producción de nuestro país y que podamos salir adelante, porque no nos queda otra”, expresó.
Potencial desaprovechado
Más allá del INTA, Frías Silva centró su discurso en la crisis que atraviesa el sector agropecuario, particularmente en el NOA y NEA, donde los productores enfrentan desafíos agravados por la distancia a los puertos, los altos costos provinciales y los menores rendimientos en comparación con otras regiones. “La presión fiscal es la misma para todos los productores, pero nosotros tenemos el agravante de la distancia a los puertos y los costos provinciales, y también el diferencial en los rendimientos que tenemos en la producción. Para los productores del NEA y del NOA es sinceramente mucho más complicado”, explicó. Las retenciones, los costos en dólares crecientes y los precios internacionales estancados han generado una situación “directamente imposible” para el sector, que no puede invertir en tecnología ni aprovechar el potencial productivo del país. “Nos estamos quedando, tenemos un potencial como industria de la producción increíble y no podemos salir, estamos estancados absolutamente”, lamentó.
El presidente de la Sociedad Rural local también expresó una profunda desilusión con la clase política, a la que acusa de priorizar intereses personales por encima de las necesidades del país. “Hoy tenemos la rara sensación, una desilusión como país. Vemos las peleas en el Congreso y nosotros, en la situación crítica que no nos dan los números, seguimos poniendo el pecho. Los políticos van por otro canal”, criticó. Frías Silva no escatimó en cuestionar a todos los sectores políticos: “Pondría a todos los políticos adentro de la misma bolsa, acá no discriminaría ninguno. Estamos en una situación crítica y el único que habla de bajar el gasto es el Presidente”. Según el dirigente, los productores enfrentan años de campañas afectadas por sequías y precios bajos, mientras la presión impositiva permanece intacta, lo que genera “una desilusión absoluta” ante la falta de apoyo político para resolver la crisis.