Foto: Nicolás Reynaga
En una jornada cargada de emociones en el José Fierro, Atlético Tucumán arrancó el Torneo Clausura con un sufrido triunfo por 2-1 sobre San Martín de San Juan. El Decano parecía tener controlado el encuentro con un inicio prometedor que incluyó el gol de Franco Nicola a los tres minutos, tras una rápida transición encabezada por Mateo Coronel. Sin embargo, cuando el empate del Verdinegro en el descuento parecía arruinar la fiesta, apareció Nicolás Laméndola con un grito agónico que desató la locura en las tribunas.
El equipo de Lucas Pusineri fue superior durante gran parte del encuentro. Con buen manejo del balón y solidez en todas sus líneas, Atlético dominó a un rival que mostró muy poco. A excepción de un par de llegadas aisladas, el conjunto dirigido por Leandro Romagnoli se mostró frágil y carente de ideas. Recién en el final, y aprovechando el retroceso del local, San Martín igualó el marcador con un tanto en contra de Ferreira, que parecía dejar todo en tablas.
Pero el fútbol, con su habitual cuota de imprevisibilidad, aún guardaba una escena más. Ramiro Ruiz Rodríguez habilitó con precisión a Laméndola, que definió con categoría para sellar el 2-1 final. El Decano se quedó con tres puntos vitales que le dan aire en la tabla y lo animan a soñar. Para los sanjuaninos, la preocupación crece: suman solo nueve unidades en el año, están últimos en los promedios y no logran levantar cabeza.
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