Personas que permanecen privadas de la libertad en distintas unidades del Penal de Villa Urquiza reforzaron sus conocimientos y habilidades para colaborar con el cuidado del medio ambiente a través de una serie de talleres gratuitos que en los últimos seis meses dictó la Municipalidad de San Miguel de Tucumán.
Este miércoles, en ese establecimiento de la zona norte de la ciudad, se realizó el acto de entrega de diplomas a más de 30 presos de las unidades 1, 2 y 6, quienes se convirtieron en Promotores Ambientales tras participar de las capacitaciones organizadas por la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable.
La secretaria del área, Julieta Migliavaca, destacó la importancia del proyecto inclusivo y recordó que las clases se dictaron a lo largo de todo un semestre. “Todos los miércoles venía un equipo de la Secretaría de Ambiente de la ciudad de San Miguel de Tucumán a capacitarlos a los internos sobre distintos temas: residuos, huertas, talleres, energías renovables. Hoy hemos escuchado las exposiciones y fue altamente gratificante ver cómo han aprendido, cómo están implementando algunas cosas con ejemplos concretos”, remarcó.
La funcionaria también señaló que esta iniciativa tiene un fuerte valor simbólico y social. “Hemos visto crecer la huerta aquí adentro del Servicio Penitenciario y, sobre todo, estamos garantizando el derecho a la educación ambiental, entendiendo que el ambiente es un derecho humano y la educación también es un derecho establecido por la Constitución. La Secretaría de Ambiente está otorgando derechos a quienes ya están privados de su derecho a la libertad”, enfatizó.
Migliavacca remarcó que el programa de educación ambiental que impulsa el Municipio busca incluir a sectores tradicionalmente excluidos de la sociedad. “Estamos implementando educación ambiental en instituciones no tradicionales, y el penal es una de ellas. También estamos yendo a centros de día, a hospitales de salud mental, porque pensamos que la casa común es de todos y tenemos que llegar a todos”, subrayó.
Además, destacó los resultados concretos que ya se observan en la cárcel de Villa Urquiza. “Con mucha alegría, aquí dentro del penal estamos retirando siete bolsones de residuos limpios y secos de manera semanal. Eso representa un volumen importante y demuestra que todo lo que estamos volcando está dando resultados. Esos siete bolsones están volviendo a la economía circular”, completó.
Desde el establecimiento penitenciario, la secretaria general del penal, comisario inspector Cecilia Ponce Jalil, celebró la continuidad de este tipo de acciones. “Todo lo que sea para sumar y enriquecer a las personas que están privadas de libertad es sumamente importante para nosotros, ya que les permite enriquecer su formación y pueden tener una opción más al momento de recuperar la libertad”, argumentó.
Ponce Jalil destacó la posibilidad de ampliar el alcance de los talleres para que se sumen otros internos en el futuro. “La institución siempre va a estar abierta para continuar, ya que se podría hacer extensiva la capacitación a otro grupo de internos para que aprendan la importancia del cuidado del medio ambiente. En una vida rutinaria a veces no le damos la importancia que se merece este tema, especialmente en este contexto de encierro”, dijo.
Por su parte, el profesor Franco González Lekis, responsable del dictado de los talleres, explicó el enfoque educativo de la iniciativa. “Esta capacitación estaba bajo el marco de los eco talleres, que llevan educación ambiental a lugares no convencionales. Estamos trabajando aquí, en hospitales como el Obarrio, en centros de día. El objetivo es llevar este tipo de educación para mejorar la calidad de vida de las personas”, afirmó.
Sobre el contenido de la formación, precisó que se dictaron 12 talleres con diferentes temáticas relacionadas con el cuidado del planeta. “Por ejemplo, hubo talleres de huerta, de separación de residuos, de reciclado, entre otros”, precisó.
Por último, informó que “la idea es que estos talleres continúen el año que viene”.