A un año de su partida, ex alumnas y padres de estudiantes recordarán a la hermana Berta Povalej con una misa y una suelta de globos

Este lunes 26 de mayo se cumple el primer aniversario del fallecimiento de la hermana Amelia Berta Povalej, histórica referente del colegio La Merced y figura emblemática de la educación y el compromiso social en Tucumán. La religiosa, que falleció en 2024 a los 84 años, dejó una huella imborrable en generaciones de estudiantes y en toda la comunidad.

Para conmemorar esta fecha, exalumnas y padres de estudiantes de la institución organizaron una misa en su memoria, que se celebrará a las 20:00 en la Parroquia "La Victoria", Basílica Nuestra Señora de la Merced. La invitación, difundida a través de redes sociales, expresa: “Con profunda fe en la resurrección y en gratitud por la vida entregada al servicio de Dios y de los demás, invitamos cordialmente a la Santa Misa en memoria del primer aniversario de fallecimiento de nuestra querida hermana Berta Amelia Povalej”.

Tras la ceremonia religiosa, está previsto un acto simbólico en la puerta del colegio La Merced, donde se encenderán velas y se realizará una suelta de globos con mensajes escritos por exalumnas, como expresión de cariño y recuerdo hacia la religiosa.

Además, en honor al legado de la hermana Berta y su vocación por el servicio a los más vulnerables, se recibirá una donación voluntaria destinada a fines solidarios. “Es un homenaje a su vida consagrada a formar corazones y servir a los más necesitados”, señalaron las organizadoras.

Una vida dedicada a educar y acompañar

Nacida en Eslovenia, la hermana Berta llegó a Tucumán en 1965 como parte de la congregación Mercedarias del Divino Maestro. Durante décadas fue la representante legal del Colegio La Merced y se destacó no solo por su firmeza y dedicación en el ámbito educativo, sino también por su activa participación en causas sociales.

Su figura trascendió a nivel nacional cuando apoyó públicamente a la familia de María Soledad Morales y, años más tarde, a Susana Trimarco en la búsqueda de su hija, Marita Verón, quien cursó sus estudios primarios en el colegio que ella representaba. En una recordada declaración de 2002, expresó: “Siento como una madre. Me pongo al lado de la mamá. La lucha sigue. Nos arrancaron una hija de las calles de Tucumán”.

En 2015 volvió a ser noticia cuando participó de una marcha en la Plaza

Independencia, alzando una bandera argentina en protesta por las irregularidades en las elecciones provinciales. Su imagen recorrió nuevamente los medios de todo el país.

“Agradecemos a Dios la vida entregada con generosidad y su incansable servicio de tantos años en nuestra arquidiócesis”, expresó el Arzobispado de Tucumán en un comunicado oficial tras su fallecimiento en 2024.

Este lunes, la comunidad tendrá una nueva oportunidad para recordarla, agradecerle y mantener vivo su ejemplo de fe, compromiso y entrega.