Una auditoría de la Sindicatura General de la Nación (SIGEN) reveló graves deficiencias en el control de medicamentos y vacunas durante la gestión kirchnerista, señalando un “incremento considerable” en insumos vencidos, fallas en la planificación y distribución, y una preocupante falta de trazabilidad que compromete la seguridad sanitaria. El informe, que hace foco en el último año de gestión de Carla Vizzotti, al frente del Ministerio de Salud, durante el gobierno de Alberto Fernández, destaca que estas irregularidades podrían persistir si no se implementan medidas correctivas, generando costos adicionales por almacenamiento y destrucción de insumos médicos esenciales.
El relevamiento, realizado sobre la Dirección Nacional de Medicamentos y Tecnología Sanitaria, dependiente de la ANMAT, identificó problemas como la ausencia de un Plan Operativo formal, incumplimientos en las Buenas Prácticas de Distribución de Productos Farmacéuticos y la falta de registros originales de entregas, como remitos de botiquines a Centros de Atención Primaria de Salud. Además, se detectaron medicamentos y vacunas vencidas en depósitos de provincias como Jujuy, San Luis y Santa Cruz, debido a una “debilidad en la administración del stock” que no priorizó la distribución de insumos próximos a vencer.
La SIGEN verificó “una debilidad en la administración del stock de medicamentos, habida cuenta de la existencia de unidades vencidas sin haberse priorizado para su distribución las que estuvieran próximas a vencer” y verificó “un incremento considerable en la cantidad de medicamentos vencidos respecto del stock inicial principalmente por deficiencias en la planificación y distribución”. En la auditoría se aclara que: “Esto redundó en costos adicionales por almacenamiento y destrucción tanto en medicamentos como en vacunas y otros insumos médicos esenciales”.
Planificación deficiente
Para más datos, la SIGEN constató “la existencia de insumos vencidos o no aptos para su distribución en operadores logísticos, generando costos adicionales por almacenamiento. Por ejemplo, solo para el Programa de Provisión de Medicamentos Esenciales se hallaron más de 40.000 unidades vencidas o próximas a vencer”. También “hubo demoras excesivas en la tramitación para la destrucción de productos vencidos” y en algunos casos “los procesos licitatorios para contratar empresas habilitadas para el retiro y destrucción quedaron desiertos por falta de oferentes”.
Un caso particular y grave fue el de la campaña de vacunación antigripal, donde casi el 70% de las dosis de una compra auditada estaban vencidas al momento del control. Esto, según la SIGEN, refleja una planificación deficiente que derivó en pérdidas económicas estimadas en millones de pesos, incluyendo costos de almacenamiento y destrucción. El informe también señala la falta de registros confiables para rastrear el destino final de los medicamentos, lo que afecta programas sanitarios clave como Remediar y el Fondo Rotatorio de la OPS para vacunas.
El informe también conecta estas irregularidades con investigaciones judiciales en curso, como la que lleva adelante el juez federal de La Plata, Ernesto Kreplak, sobre el caso del fentanilo contaminado elaborado por HLB Pharma, vinculado a la muerte de 34 pacientes. La falta de controles adecuados en la clasificación de productos de alto riesgo, como el fentanilo, fue otra de las deficiencias señaladas por la SIGEN.
Sin controles
El organismo detectó falta de control por parte del Ministerio de Salud en la “trazabilidad de medicamentos y otras drogas”. El informe señala que existen importantes debilidades en la administración y seguimiento del stock, tanto en medicamentos esenciales como en insumos para programas específicos como el de VIH.
Entre los principales problemas, la SIGEN advierte que “no se lleva un control adecuado sobre los movimientos y el destino final de los medicamentos distribuidos a las distintas jurisdicciones. Se identificaron inconsistencias y ausencia de registros confiables que permitan establecer la trazabilidad desde la compra hasta la entrega y uso en los establecimientos de salud”.
En el caso de medicamentos del Programa Remediar y del Fondo Rotatorio de la OPS para vacunas, la documentación y los registros disponibles resultan incompletos, y muchas veces no existen comprobantes que acrediten la recepción y correcta utilización de los insumos. También se señala que los operadores logísticos no siempre entregan información actualizada sobre el estado de los stocks y los movimientos de los productos”.
La auditoría concluye que estos problemas impactan negativamente en la gestión y control de productos críticos, posibilitando la pérdida, vencimiento o uso indebido de medicamentos y dejando sin garantías de seguridad y eficiencia a los programas sanitarios nacionales.