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Volver a empezar, queda mucho por andar: ¿Campodónico saldrá del déjà vu que aprisiona a San Martín?

Un ciclo nuevo en el que ya serán ocho entrenadores en cuatro años. Un DT que tendrá su primera prueba de fuego en donde realmente importa para el club en búsqueda del ascenso. Sin embargo ¿Su estilo obligaba a un cambio así? ¿La dirigencia busca una identidad o se deja llevar por el momento? El domingo se verá...

Por Nicolás Martín

08 ago, 2025 09:31 p. m. Actualizado: 08 ago, 2025 09:31 p. m. AR
Volver a empezar, queda mucho por andar: ¿Campodónico saldrá del déjà vu que aprisiona a San Martín?

Mariano Campodónico dirigirá este domingo por primera vez en la Segunda División en el banco de San Martín. Realmente, la prueba empieza a valer la pena teniendo en cuenta el futuro de la institución de La Ciudadela porque, si bien enfrentar a River por Copa Argentina fue su estreno de manera oficial, la conclusión, de cualquier forma, iba a tener retazos de positivismo: la gesta histórica o una cuestión lógica. Se dio lo segundo. Pero ahora, ya no habrá palmadas en la espalda: el Santo cada vez tiene menos margen de error; con la pérdida de la punta y con la proximidad de sus perseguidores, cualquier paso en falso puede derivar en un caos en un equipo que, hasta ahora, no dio una muestra de carácter latente y necesaria para este tipo de torneos.


Sin embargo, pasaron casi dos semanas del arribo de Campodónico en una situación de una vorágine extraña: Martos renunció la noche del domingo y "Marian" ya dirigió el lunes a la mañana. Una campaña donde el hombre de la casa logró resultados al comienzo, pero que nunca convenció desde lo futbolístico y, sobre todo, nunca logró enamorar a la gente. Un fusible que la dirigencia decidió, sin demasiados titubeos, arrancar de golpe para empezar un nuevo proceso. Una maniobra arriesgada que puede, incluso, tomarse como elegir rojo o negro en la ruleta. ¿Campodónico venía de ser un DT exitoso en sus anteriores equipos como para pegar semejante golpe de timón? Claramente no. Dejó a un All Boys en terapia intensiva peleando el descenso, pero usar la nostalgia como motor de atracción es algo que la dirigencia no teme hacer, y esto se ha visto a lo largo de un ciclo que parece repetirse en San Martín.


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Empezando por la designación de Pablo De Muner en 2021, un exjugador recordado por el ascenso, que tenía la posesión y el mantenimiento del balón como principios. Duró un año y medio, siendo el proceso que más perduró con la presidencia de Moisello, aunque, en el camino, tuvo sus encontronazos con la gente ("No escucho y sigo") y dejó de hablar con la prensa. Perdió contra un equipo menor como Defensores de Belgrano, siendo goleado en La Ciudadela con ventaja deportiva. Y acá la línea empieza a tomar otra dirección, porque llega Iván Delfino, un DT experimentado pero totalmente opuesto a la ideología de De Muner: pelotazo y ser más defensivo. Nunca supo dónde estuvo parado y, tras caer contra Defensores Unidos en Zárate, lo despidieron. La improvisación se hizo eco en San Martín con la búsqueda de un viejo conocido como la dupla Orsi-Gómez, aunque ambos querían seguir en el radar de Primera División. Mientras tanto, San Martín intentó poner un parche: el mánager Alexis Ferrero dirigió 5 partidos. Un disparate total. Hasta que llegó el hombre que también pareció otro remiendo: Pablo Frontini, cuyo único aval fue eliminar al San Martín de De Muner, nada más. Tras un flojo paso por All Boys, llegó a un gigante que se lo terminó comiendo; tal es así que, desde ese momento, se volvió panelista de televisión. El joven inexperto que nunca encontró soluciones y cayó ante el Riestra de los poderosos. ¿Cómo jugaba? Individualidades y centros, una carta fija.


Llega el 2024 y la búsqueda vuelve a ser por técnicos de renombre como Kudelka o Bovaglio, pero el que se consolida es el "Traductor" Flores, que dejó la Primera División para tener esta experiencia con San Martín. Y una arista más en materia de juego: ser vertical y directo, con mucha ayuda de Darío Sand que, casi siempre, era implacable bajo los tres palos. Una campaña histórica de 81 puntos que quedaron en el olvido con los flojos duelos decisivos ante Aldosivi y Gimnasia de Mendoza. Ahí se vio la inexperiencia y los nervios de un DT que, entre variantes insólitas y el resguardo de un club que no se vio en el torneo, terminó sumando una pieza más a la bolsa de desilusiones de este San Martín.


Lo más flojo sucede este año: en enero no había DT cerrado. Se habló de Forestello o Coleoni, con experiencia en la categoría, y se terminó sellando a un hombre de la casa como Ariel Martos, que conoce el club, pero era su primera experiencia como entrenador principal. Un manotazo de ahogado que le salió bien, pero que nunca encontró la identidad necesaria para saber a qué juega San Martín. Y eso que estamos en agosto: ya pasaron 6 meses de competencia. ¿Y a qué juega Campodónico? Parece a algo que les gusta a los dirigentes, que decidieron traerlo en un abrir y cerrar de ojos, sin mediar inconvenientes, como los que tuvieron a principio de año con "Yagui" o el "Sapito".


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Ocho entrenadores en cuatro años. Todos de diferentes colores y sabores. Pero el paladar de la gente se va oscureciendo más debido a que ninguno llega al objetivo. Salen con números en verde y, sin embargo, las cruces se las sigue llevando la ilusión del hincha. No hay tiempo para experimentar ni para las excusas. Campodónico llegó con una inyección anímica que intentará plasmar este domingo en el difícil sur argentino contra el líder Deportivo Madryn. ¿Podrá aportarle su ADN a su equipo? Será cuestión de partido a partido y tratar de brindar su espalda en este momento de zozobra, para ver si finalmente se sabe a qué juega San Martín.

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