Era una noche que podía marcar un antes y un después. San Martín recibía a Deportivo Maipú en La Ciudadela con la obligación de cortar una racha negativa y reencontrarse con su gente. El duelo tenía un valor especial, ya que no solo se trataba de tres puntos, sino de la posibilidad de reposicionarse en la pelea por la cima de la Primera Nacional y mantener viva la ilusión de llegar a la final por el ascenso.
El arranque fue parejo, con un marco de público reducido y cierta tensión en las tribunas. El juvenil Aníbal Paz se estrenó como titular en el lateral izquierdo, mientras que Orellana y Vera también estuvieron desde el inicio. Los mendocinos complicaron con dos chances claras, pero el arquero y capitán Darío Sand respondió con seguridad. Cuando parecía que la primera parte se iba sin goles, un centro derivó en una carambola que Juan Cruz Esquivel aprovechó con un remate ajustado al palo para poner en ventaja al “Santo”.
En el complemento, el local tomó el control y encontró más tranquilidad. La jugada que encendió al estadio llegó cuando Martín Pino fue derribado en el área y el árbitro Córdoba sancionó penal. Para sorpresa de todos, el encargado fue Darío Sand, que con gran categoría marcó el segundo gol y lo gritó con fuerza, reafirmando su liderazgo en el plantel y ganándose una ovación cerrada de los hinchas.
El cierre no fue sencillo: un bombazo de Luciano Paredes acercó a Deportivo Maipú y obligó a los dirigidos por Campodónico a resistir hasta el final. Con esfuerzo y algunos cambios defensivos, San Martín sostuvo la ventaja y celebró un 2-1 muy necesario. El triunfo le permitió cortar una sequía de cinco partidos sin ganar y acomodarse en la cuarta posición de la Zona A. Ahora, con la confianza renovada, visitará el lunes a las 21:10 a All Boys en Floresta.
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