Desde las siete de la mañana de este miércoles, los médicos del Hospital Garrahan llevan adelante un paro por 24 horas en reclamo de mejoras salariales y laborales. La medida, que se extenderá hasta el jueves, reduce al mínimo la capacidad operativa del hospital, garantizando únicamente urgencias, emergencias y turnos impostergables. El eje del reclamo es claro: que ningún trabajador cobre por debajo de $1.800.000, equivalente a la canasta básica actual. Además, exigen que el Ministerio de Salud llegue con una propuesta económica concreta en la próxima reunión paritaria, prevista para el lunes.
Los testimonios de los trabajadores revelan una realidad alarmante. Mariela Cestini, kinesióloga del Garrahan, explicó que muchos profesionales tienen contratos temporales que se renuevan cada tres meses, lo que genera incertidumbre constante.
“Cada tres meses estás esperando un mail para saber si seguís trabajando”, relató. Miguel, otro kinesiólogo, advirtió sobre la ola de renuncias: “Pasamos de 180 a 210 profesionales que dejan el hospital porque en otros lugares les pagan mejor”.
La situación impacta directamente en la atención, ya que disminuye el personal disponible en guardias y servicios, afectando a niños con cuadros clínicos complejos.
Durante toda la jornada de protesta, los trabajadores realizan actividades como una radio abierta y un festival frente al hospital para visibilizar el conflicto. Hasta el momento, el Ministerio de Salud no ofreció ninguna propuesta concreta, profundizando el malestar entre los empleados del centro de salud pediátrico más importante del país.
“Necesitamos gente altamente capacitada, no podemos sostener esto sin respuestas del Estado”, remarcaron desde el equipo de profesionales. Mientras crece la presión, la incertidumbre se mantiene en la antesala de una paritaria clave para el futuro del hospital.