Trump declaró la “obliteración total” de sitios nucleares iraníes tras ataques conjuntos con Israel
El expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, aseguró este jueves que los principales centros nucleares de Irán fueron “eliminados por completo” como resultado de los recientes bombardeos liderados por Washington, en coordinación con Israel. Se refirió específicamente a las instalaciones subterráneas de Fordow, Natanz e Isfahan, que calificó como “los pilares del programa nuclear iraní”.
Durante una declaración citada por Reuters, Trump sostuvo que “ningún otro ejército en el mundo, salvo el de Estados Unidos, podría haber hecho esto”. Según fuentes del Pentágono, la operación se llevó a cabo en la madrugada del sábado mediante el uso de bombarderos B-2 Spirit, armados con bombas GBU-57, diseñadas para perforar estructuras fortificadas a gran profundidad, como las ubicadas bajo la montaña donde se encuentra Fordow.
Cruce con la ONU y advertencias a Teherán
Las declaraciones de Trump contradicen un informe de inteligencia estadounidense filtrado, que afirma que los daños causados por los ataques sólo habrían retrasado el programa nuclear de Irán por unos pocos meses. Por su parte, Rafael Grossi, jefe del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), señaló que no es posible aún evaluar con precisión el daño en Fordow, aunque anticipó que “podría ser muy significativo”.
Grossi también advirtió que su prioridad es restablecer la presencia de inspectores internacionales en las plantas nucleares iraníes, suspendida desde los ataques del 13 de junio. A su vez, el organismo recibió una carta de Irán indicando que se adoptarán “medidas especiales” para proteger su material y equipamiento nuclear.
Advertencias y condiciones para la paz
Trump no solo celebró el operativo como un “punto de inflexión en la política hacia Teherán”, sino que además lanzó una advertencia contundente: “Si no hacen la paz, los próximos ataques serían mucho mayores y mucho más fáciles”. Atribuyó la acción a cuatro décadas de hostilidad iraní hacia Estados Unidos e Israel, al tiempo que calificó a Irán como “el matón de Oriente Medio”.
Por último, subrayó la estrecha coordinación con el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu, asegurando que el trabajo en equipo fue “quizás el más estrecho en la historia” entre ambos países.