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BEATIFICACIÓN EN MARCHA

El proceso diocesano por la causa del Padre Martín Martín fue entregado en Roma

Las actas del proceso diocesano fueron entregadas este miércoles en el Vaticano por el postulador D. Carlos Comendador, dando inicio a la fase romana en la causa de canonización del sacerdote operario fallecido en Tucumán en 2010.

Por Tendencia de noticias

26 jun, 2025 10:12 a.m. Actualizado: 26 jun, 2025 10:12 a.m. AR
El proceso diocesano por la causa del Padre Martín Martín fue entregado en Roma

En una jornada de especial significado para la Hermandad de Sacerdotes Operarios Diocesanos y la Iglesia de Tucumán, el Postulador General de la Hermandad, D. Carlos Comendador, entregó este miércoles 25 de junio en el Dicasterio para las Causas de los Santos las actas oficiales del proceso diocesano por la causa de canonización del Siervo de Dios Padre Martín Martín Martín-Tereso.


Con este acto solemne y protocolar, se inicia formalmente la fase romana del proceso, que continuará ahora bajo la evaluación del Dicasterio vaticano, encargado de estudiar las causas de beatificación y canonización en toda la Iglesia.


La documentación entregada, cuidadosamente compilada en la Arquidiócesis de Tucumán, contiene testimonios, escritos, documentos y pruebas recogidos durante la investigación diocesana que fue clausurada el pasado 19 de junio. Aquella ceremonia de clausura fue presidida por el Arzobispo de Tucumán, Mons. Carlos Sánchez, y contó con la presencia de autoridades eclesiásticas locales y miembros de la comisión investigadora.


El proceso diocesano por la causa del Padre Martín Martín fue entregado en Roma

El Padre Martín Martín Martín-Tereso, nacido en Sonseca (España) en 1923, desarrolló una intensa vida pastoral en América Latina, en especial en Argentina, donde dedicó sus últimos años al ministerio sacerdotal en la Parroquia Nuestra Señora de Montserrat de Tucumán. Fue formador de seminaristas, guía espiritual y acompañante incansable de familias, jóvenes, enfermos y personas privadas de libertad.


El testimonio de su vida de entrega y servicio ha generado una creciente fama de santidad entre quienes lo conocieron. Su profunda espiritualidad, centrada en la oración, la Eucaristía y la devoción mariana, se reflejaba en su día a día con la frase que solía repetir: “Trabajar para Dios no tiene horario”.


La entrega del expediente en Roma marca un nuevo paso hacia el eventual reconocimiento de su santidad por parte de la Iglesia. A partir de ahora, la Congregación estudiará minuciosamente los documentos, y de ser aprobado este paso, el Siervo de Dios podría ser declarado Venerable, primer título oficial en el camino hacia la beatificación.

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