
En el marco del IV Congreso Internacional de Agua, Ambiente y Energía (AAE), organizado por la Asociación de Universidades Grupo Montevideo (AUGM) y con sede en la Universidad Nacional de Tucumán (UNT), la Decana de la Facultad de Ingeniería y Ciencia Hídrica de la Universidad Nacional del Litoral (UNL), Dra. Ing. Marta Paris, ofreció una conferencia plenaria crucial titulada "Eventos climáticos extremos y seguridad hídrica: ¿observadores o actores?".
La especialista en hidrología subterránea y gestión de recursos hídricos abordó la complejidad de los sistemas hídricos en Latinoamérica, una región que convive con grandes cuencas hidrográficas, acuíferos y glaciares, pero que sufre "escenarios de tan pronunciados que se notan tanto a nivel local donde las regiones húmedas cada vez sufren más por tormentas intensas y también las regiones áridas por una aridez muy extrema".
Paris detalló que esta disparidad en la oferta y demanda hídrica genera eventos extremos como crecidas y sequías que derivan en graves riesgos: "inundaciones y deslaves que provocan pérdidas de vidas humanas, deterioros en los ecosistemas, daños en las propiedades e impacto en el sistema socioeconómico en general".

Sin embargo, la complejidad de la problemática del agua no reside únicamente en lo hidrológico. La decana enfatizó en que los sistemas de gestión son clave: "Muchas veces los problemas del agua no son solamente hidrológicos sino que tienen que ver con la gestión y con la gobernanza, sea esta mala, poca o ausente".
Paris también abordó el nexo vital entre agua, energía y ambiente. Subrayó la interdependencia, señalando que si bien se requiere agua para producir energía, "también se necesita energía para producir agua", indispensable para tareas como la extracción, conducción y potabilización.
La seguridad hídrica como enfoque integral
Ante este panorama, la conferencia se centró en la Seguridad Hídrica como el enfoque conceptual necesario para enfrentar mejor los desafíos. La Dra. Paris citó la definición trabajada por la UNESCO en su programa hidrológico: La seguridad hídrica es "la capacidad de una población para salvaguardar el acceso a cantidades adecuadas de agua de una calidad aceptable para mantener la salud humana y del ecosistema en el contexto de una cuenca hidrográfica y para garantizar una protección eficaz de la vida y la prosperidad contra los riesgos relacionados con el agua, como las inundaciones, deslizamientos de tierra, hundimientos de tierras y sequía".
Este concepto es inherentemente multidimensional y requiere un enfoque interdisciplinario, motivando a trasladar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) a un ámbito local para definir retos más tangibles. La Seguridad Hídrica abarca no solo los eventos extremos, sino también la disposición de agua "para la vida, para el abastecimiento, para la subsistencia, para la parte productiva y también para mantener a esos usuarios silenciosos, como siempre les digo a los ecosistemas".
La especialista lanzó una advertencia fundamental sobre las expectativas de gestión al discutir la resiliencia y la seguridad total: "Lamento tener que decepcionarlos, que así como el riesgo cero no existe, pues la seguridad hídrica 100% tampoco existe". Esta seguridad absoluta es inalcanzable, ya que "los sistemas hidrológicos concebidos como sistemas sociales, son dinámicos, van cambiando". Por ello, la pregunta central, eje de la conferencia fue: "¿Seguir siendo observadores o seguir siendo actores?".

La respuesta de Paris fue una firme invitación a la acción, recordando que la gestión del agua es una responsabilidad compartida, no delegable: "Cada uno de nosotros somos gestores del agua y tenemos que entender que no toda el agua que hay en el planeta es un recurso". El desafío radica en avanzar "hacia la construcción de mejorar nuestra seguridad hídrica para estar mejor preparados frente a los eventos climáticos extremos, frente al cambio climático y frente a la variabilidad climática".
Finalmente, la Dra. Paris destacó que las universidades de la región que integran AUGM deben asumir "un rol protagónico en la generación de conocimiento y en la transferencia hacia los tomadores de decisión sobre estas amenazas sobre las vulnerabilidades". Este papel es clave para desarrollar capacidades y fortalecer las instituciones dedicadas a la gestión del agua y del ambiente.