
La falta de agua potable en El Mollar desató un fuerte malestar entre visitantes y residentes durante el fin de semana extra largo. Según manifestaron los turistas, en distintos sectores no hubo presión suficiente o directamente no salió agua desde el viernes, lo que los obligó a modificar sus planes y regresar antes de lo previsto. Para muchas familias, la situación fue insostenible en plena temporada de descanso.
El problema no solo afectó a quienes viajaron para pasar el fin de semana largo. También generó alarma entre prestadores turísticos, quienes aseguraron que varias reservas fueron canceladas. Con menos de 30 días para el comienzo de la temporada alta, la preocupación crece: cada verano, la población de la villa se multiplica y la demanda sobre los servicios básicos se vuelve crítica.
Propietarios de casas de verano y residentes coincidieron en que se trata de un conflicto que se repite año tras año sin soluciones concretas. “Si así estamos ahora, imaginate en enero. No hay planificación y el problema es cada vez peor”, expresó una vecina, reflejando el sentimiento generalizado entre quienes habitan y visitan la zona.
Entre reclamos por obras estructurales y pedidos de respuestas a las autoridades, lo ocurrido este fin de semana dejó al descubierto, una vez más, que la crisis hídrica en El Mollar continúa sin resolución y amenaza con impactar seriamente en la actividad turística de los Valles Calchaquíes.