La policía informó el miércoles que, durante un registro en la vivienda del sospechoso, encontraron una "carta de despedida" y una bomba de fabricación casera no funcional. Sin embargo, las autoridades no han confirmado el motivo del atacante. El incidente, que dejó además 12 personas heridas, tuvo lugar en la escuela secundaria Dreierschützengasse, al noroeste de la ciudad. Seis mujeres y tres hombres perdieron la vida en el ataque, y una séptima mujer falleció posteriormente en el hospital. La agencia de noticias austriaca APA ha reportado que siete de los fallecidos eran alumnos.
En respuesta a la tragedia, se han declarado tres días de luto nacional en Austria, y un minuto de silencio en todo el país se llevó a cabo el miércoles a las 10:00 hora local en memoria de las víctimas. La bandera austriaca ha sido izada a media asta en todos los edificios públicos. Ciudadanos como Tores, quien perdió a un joven de 17 años en el ataque, expresaron el profundo dolor y la conmoción que embarga a toda la nación. En la vigilia del martes por la noche, miles de personas, en su mayoría jóvenes, se congregaron en la plaza principal de Graz, encendiendo velas y buscando consuelo colectivo.
El canciller austriaco, Christian Stocker, calificó el martes como un "día oscuro en la historia de nuestro país" y declaró el tiroteo como una "tragedia nacional". Resaltó que una escuela es un lugar de confianza y futuro, que ha sido "violado" por la violencia. El atacante, cuyo nombre no ha sido revelado, era un exalumno de la escuela Dreierschützengasse que no se graduó. Las autoridades confirmaron que el tirador poseía legalmente las dos armas utilizadas en el ataque y tenía licencia de armas de fuego. Este incidente, que conmocionó a una ciudad que se percibía como muy segura, ha generado una ola de solidaridad, con largas filas de personas donando sangre en Graz para ayudar a los heridos.