La citricultura argentina, un pilar económico en Tucumán, atraviesa un momento crítico. José Carbonell, presidente de la Federación Argentina del Citrus (FEDERCITRUS) alertó sobre una caída significativa en la producción de limón de verano tras las fuertes heladas de julio de 2024. Estas condiciones climáticas extremas redujeron drásticamente los volúmenes cosechados, y las proyecciones para la campaña actual, que comenzó en abril y se extenderá hasta fines de agosto o principios de septiembre, no son optimistas: se espera un 10-15% menos de producción respecto al promedio de los últimos años.
Carbonell destacó que las exportaciones comenzaron con precios razonables en Europa del Este, Rusia y Ucrania, beneficiadas por la retirada de Turquía debido a heladas y una menor producción en España. Sin embargo, el mercado estadounidense, clave en los últimos años, aún no muestra avances significativos. “El presidente Donald Trump anticipó medidas, pero recién esperamos movimiento a partir de mayo”, señaló. Argentina, líder mundial en producción e industrialización de limón —dos de cada tres kilos de jugo, aceite o cáscara provienen del país, adujo el productor—, enfrenta el desafío de mantener su posición en un contexto global competitivo.
En el mercado interno, el consumo sigue siendo bajo: unas 200,000 toneladas anuales, frente a las 150.000-170.000 toneladas que consume Chile con una población 2.5 veces menor. Esto refleja una oportunidad perdida para el sector en el mercado doméstico.
Retenciones y críticas a Milei
Uno de los mayores desafíos económicos son los derechos de exportación. “Tenemos un 10% de retenciones que no teníamos el año pasado”, explicó Carbonell. El impacto de estos aranceles varía: con alta demanda, los paga el consumidor; con mucha competencia, recaen sobre el exportador, afectando la rentabilidad. Las recientes declaraciones del presidente Javier Milei sobre las retenciones generaron malestar en el sector. “La salida del cepo era esperanzadora, pero las palabras del presidente sonaron a apriete y contradicen lo que prometió en campaña”, criticó Carbonell, reflejando la frustración de los productores ante medidas que consideran un retroceso.
A pesar de los desafíos, Argentina mantiene su liderazgo global en la citricultura, especialmente en limón, un cultivo clave para Tucumán. Sin embargo, las heladas, la caída en la producción y las políticas económicas nacionales —como las retenciones— amenazan con frenar el crecimiento del sector. Carbonell llamó a una reflexión sobre las políticas públicas: “No podemos estar contentos del todo cuando las medidas no acompañan el esfuerzo del productor”. Mientras la campaña 2025 avanza, los citricultores esperan señales claras del gobierno y condiciones climáticas más favorables para recuperar el terreno perdido.