La suspensión total de las clases en Tucumán, dispuesta por el Gobierno provincial en todos los niveles y modalidades, generó un intenso debate en la esfera pública. La decisión, tomada en respuesta a la ola polar que afecta a la provincia y a gran parte del país, tuvo como objetivo “preservar el bienestar de la comunidad educativa”, según expresó el gobernador Osvaldo Jaldo. Sin embargo, la medida fue blanco de críticas por parte de legisladores y dirigentes opositores, entre ellos la diputada nacional Paula Omodeo y el presidente de La Libertad Avanza Tucumán, Lisandro Catalán.
En declaraciones al programa “Los Primeros”, Jaldo reafirmó su postura: “Estamos priorizando la salud de nuestros chicos, jóvenes y docentes. Estas medidas preventivas son fundamentales para cuidar a quienes más lo necesitan en momentos donde las temperaturas extremas ponen en riesgo la salud, especialmente de los sectores más vulnerables”.
El mandatario recordó además que las clases serán recuperadas durante el segundo trimestre, asegurando que el calendario escolar no se verá alterado de manera significativa.
La defensa no vino sólo desde el despacho del gobernador. El ministro del Interior, Darío Monteros, fue uno de los funcionarios que alzó la voz con mayor contundencia frente a lo que calificó como una “crítica oportunista” de sectores que “hacen política con el termómetro en la mano”.
En una entrevista radial, Monteros fue categórico: “Gobernar es cuidar. La suspensión de clases por la ola polar no es un capricho, es una medida humanitaria. No se gobierna desde la frialdad del Excel, sino desde la empatía y el compromiso con nuestra gente”.
El ministro también apuntó directamente contra referentes opositores que cuestionaron la medida:
“Mirá quiénes vienen a hablar: los que eliminaron el incentivo docente, los que desfinanciaron desde diciembre la construcción de escuelas y abandonaron las obras de remodelación general y parcial en todo el país. En Tucumán seguimos esas obras con fondos propios, porque creemos en la educación pública. La infancia no se somete, se cuida”.
En esa misma línea se expresó el Fiscal Adjunto de la provincia, Raúl Ferrazano, quien a través de su cuenta en la red social X (ex Twitter), escribió:
“Quienes desfinanciaron la educación pública, quienes dejaron a Tucumán sin fondo incentivo docente y sin recursos para conectividad, critican una medida marcada por la sensibilidad social”.
La decisión de suspender las clases en instituciones públicas y privadas, desde el nivel inicial hasta el secundario, se enmarca en una política preventiva que otras provincias también han aplicado frente a la misma ola de frío. La medida rige por tiempo limitado, y las autoridades adelantaron que el dictado normal se retomará una vez que mejoren las condiciones climáticas.
En un contexto social donde el impacto de las bajas temperaturas es particularmente fuerte en zonas vulnerables, desde el Gobierno aseguran que la prioridad es cuidar la salud y garantizar condiciones adecuadas para el aprendizaje. Sostienen que la educación no puede desligarse del derecho a estudiar en ambientes seguros y saludables.