El 90% de las quejas y denuncias que recibe a diario la Municipalidad de San Miguel de Tucumán están relacionadas con el mal estado de las calles en distintos puntos de la ciudad, como en la equina de Marco Avellaneda y 24 de Septiembre.
A principios de esta semana, mientras supervisaba los trabajos en ese sector, el secretario de Obras Públicas, Luis Lobo Chaklián, apuntó contra la Sociedad Aguas del Tucumán (SAT) y atribuyó los baches en ese y otros puntos de la Capital a las pérdidas de agua y líquidos cloacales por obras inconclusas de la empresa.
“Estamos trabajando de manera preventiva, porque estos baches no se produjeron por una falla de la Municipalidad. Vienen de una pérdida de agua que se origina en la estación de trenes, en San Martín y Marco Avellaneda. El peor enemigo del pavimento es el agua”, afirmó el funcionario en declaraciones al móvil del diario La Gaceta.
El colaborador de la intendenta Rossana Chahla apuntó directamente contra la SAT como responsable por el deterioro del pavimento. “Nosotros damos respuestas: si nos piden pavimento para los recorridos de colectivos, lo hacemos; si necesitan iluminación, también lo damos. Pero la pérdida de agua o de cloacas no es nuestra responsabilidad. Eso lo tiene que resolver otra empresa”, sentenció el funcionario.
Según Lobo Chaklián, la Municipalidad ya detectó 142 zonas en la ciudad con pérdidas de agua activas, que afectan no solo al tránsito sino que impiden completar obras de pavimentación en distintos barrios. “En calle Italia, por ejemplo, no podemos terminar por las pérdidas. Lo mismo ocurre en Monteagudo, en el sur, en Villa Luján, en el barrio Linares, y en muchas otras zonas. Es un problema estructural”, afirmó. Luego, reclamó a los responsables de la empresa controlada por el Gobierno provincial: “Hay que dejar de prometer y empezar a gestionar. Si voy a secar una cuadra, la seco, pero que no vuelva a pasar. No queremos más declamaciones, queremos respuestas”, arremetió.
Dura respuesta
La respuesta por parte del presidente de la SAT, Marcelo Caponio, no se hizo esperar y, por el mismo medio, cuestionó la capacidad de Lobo Chaklián para identificar las causas del mal estado de algunas calles y lo acusó de poner “carteles falsos” en obras que no corresponden a la SAT. “Están apareciendo carteles rojos por la ciudad que dicen ‘Obra de la SAT’, pero no son nuestros. Eso es manipulación, y los usan para culparnos por arreglos que no realizamos”, denunció el funcionario provincial.
Sobre el cráter de Marco Avellaneda y 24 de Septiembre, que fue el disparador de este conflicto institucional, Caponio aseguró: “Mandamos a nuestros inspectores y constatamos que no era una pérdida de la SAT, sino de una conexión pluvial vinculada a una obra de Belgrano Cargas. Estuvieron presentes funcionarios municipales al momento de la constatación”, agregó.
En su respuesta a Lobo Chaklián, el titular de la SAT aseguró que muchos de los problemas estructurales de la ciudad se deben a la falta de planificación por parte del Municipio. “No hay desagües pluviales. Eso nos genera taponamientos en las cloacas y provoca desbordes. No todo es culpa de la SAT. Hace 20 años que no se hacen obras pluviales en San Miguel y Lobo Chaklián fue parte de todas esas gestiones”, disparó.
Caponio dejó en claro que no tiene ningún conflicto personal con Chahla. “El problema no es la intendenta, sino los funcionarios que no funcionan. Y un ejemplo es Lobo Chaklián”, aputnó.
El titular de la SAT también denunció construcciones irregulares sin factibilidad hídrica en distintos puntos de la capital. “Hay 70 edificios que no tienen factibilidad de agua potable. Hicimos reuniones con todos los organismos, y el único ausente fue la directora de Catastro municipal, subordinada de Lobo Chaklián. Dijo que no fue porque él no la autorizó”, afirmó.
Para finalizar, Caponio le fue con los tapones de punta al secretario de Obras Públicas municipal: “A mí Lobo Chaklián me tiene sin cuidado. Nosotros vamos a seguir trabajando, pero no se puede trabajar con alguien que miente y que, siendo arquitecto, no puede diferenciar entre una pérdida de agua y una de desagüe pluvial”.