Tucumán Rugby se hizo fuerte en casa y es el nuevo campeón del Torneo del Interior B

En casa. Ante su gente. En un certamen que no había ganado nunca. El sábado 30 de agosto quedará en la memoria de Tucumán Rugby. El "Verdinegro" venció 42-29 a Liceo de Mendoza y se consagró campeón del Torneo del Interior B por primera vez, cortando una racha de cuatro años sin títulos.

Desde temprano, el clima ya estuvo más agitado de lo normal en Marcos Paz. Horas antes del partido, a cuentagotas, los miembros del club comenzaron a copar las instalaciones. También los cientos de mendocinos que llegaron a la provincia. Todos, con un mismo objetivo: ver a su club ganar por primera vez un Torneo del Interior.

Las tribunas se fueron llenando más sobre la hora del partido. De un lado, los colores verde y negro, característicos del equipo local. En la tribuna del frente, el azul, blanco y negro de Liceo. Hubo cánticos cruzados y chicanas que animaron la tarde, y caldearon un poco la previa del partido.

Como cabe esperar de una final, el duelo comenzó muy cerrado. Durante todo el primer tiempo, el marcador casi no se movió. El dominio fue repartido: Tucumán Rugby se mostró un poco más embalado en el arranque, pero tuvo algunas imprecisiones que frenaron sus ataques. Tras aguantar ese arranque, Liceo logró jugar durante varios minutos en campo rival, y con un penal de su fullback, Tomás Videla, se puso 3-0 arriba.

Un ratito después, Tucumán Rugby respondió, y tras una jugada que no terminó en try por un knock on de Mateo Pasquini a metros del ingoal, Tomás Witte igualó el marcador con un penal. En la jugada siguiente, tras un parate para hidratarse, Liceo estuvo a nada de anotar un try, pero la jugada terminó en pelota trabada en el ingoal rival.

Con imprecisiones de ambos lados que impidieron mayores ocasiones de peligro, todo parecía indicar que el empate se mantendría hasta el descanso. Sin embargo, en una de las últimas jugadas, Tucumán Rugby llegó al try a través del line y maul, que le permitió a Tobías Aguilar apoyar. La conversión de Witte fue certera, y los de Hernán Macome se fueron al descanso 10-3 arriba.

Después de una primera mitad tan cerrada, uno podía esperar que el partido se abriera en el complemento. Pero no tan rápido como sucedió. Y es que en los primeros cinco minutos, Tucumán Rugby marcó dos tries impresionantes que le permitieron ponerse 22-3 arriba, y encaminarse al título. El primero fue obra de Bautista Estofán, que a pura velocidad -y potencia para limpiar a un rival de un topetazo- se escapó por la banda izquierda; y el segundo lo anotó Rodrigo Galíndez, con otra corrida memorable, que arrancó por izquierda y terminó por derecha, escapando de las marcas que le salían al paso.

La reacción mendocina recién llegó unos 10 minutos después, luego de un penal de Witte que estiró la ventaja. Tras un scrum en ataque, y una sucesión de pases, Tomás Granella, ingresado apenas minutos antes, marcó el primer try de su equipo, para el 25-10 parcial. Pero ese primer intento de remontada frenó rápido para Liceo: un par de minutos después de una jugada que terminó con pelota trabada en el ingoal visitante, una desconexión en el line fue bien aprovechada por Santiago Aguilar, que capturó la pelota suelta y entró al ingoal sin oposición para el cuarto try del local.

Quizás el momento de más tensión para los locales se vivió entre los 30 y los 36 minutos del segundo tiempo. Jugando con 14 por una amarilla a Ignacio Pascal, Liceo, sin nada que perder, aportó a la dinámica de sus backs y marcó dos tries por medio de sus centros, Bruno Currincione y Estanislao Correa Llano, para ponerse a 8 puntos. Pero, otra vez, Tucumán Rugby apagó rápidamente el incendio: tras un line donde falló la conexión entre Emilio Alu y Aguilar, Santiago Heredia capturó la pelota y se lanzó al ingoal. Tras consultar con su asistente, el árbitro Tomás Ninci cobró el try, que, igual que el anterior, fue convertido por Juan León Novillo para un 39-24 ya irremontable.

Aún así, hubo tiempo para un try más de Liceo, apoyado por el ex Tarucas, Julián Rossi. Y en la última jugada del partido, el propio Novillo anotó un penal frente a los palos para decretar el 42-29 final, y desatar la locura en Yerba Buena.

Primer título para Tucumán Rugby en un Torneo del Interior. El "Verdinegro", además, cortó una sequía de cuatro años, y una racha de tres finales perdida (Regional del NOA 2022 y 2024 y Anual tucumano 2025). Además, es el tercer equipo tucumano en ganar el torneo, tras Huirapuca (tres títulos) y Lawn Tennis (una consagración).