Thomas Gallo llevando la ovalada
Los Pumas siguen su paso por esta gira europea, buscando medir fuerzas con los países del Viejo Continente para entender la altura de la vara que están rindiendo en un gran 2024. Tocaba Irlanda en Dublín, plaza siempre complicada históricamente para la Selección Nacional contra un equipo muy aguerrido y que tiene un gran juego de backs, y que supo ser hasta hace poco, número 1 del ránking mundial.
En un primer tiempo que tuvo a Los Pumas muy dormidos, con fallas para concretar en ofensivas y dejando algunas grietas que los irlandeses supieron aprovechar de la mejor manera. Lo que parecía try para el equipo de Felipe Contepomi, fue amarilla para Moroni y allí aparecieron los tries de Jack Crowley y Mack Hansen para poner el 12-0. El tucumano Tomás Albornoz aparecía con su pegada para poner en vilo el encuentro, pero otro error de la "Albiceleste" desató la marea verde, que se fue al descanso por 22-9.
En un complemento donde la lluvia se hizo sentir, la táctica no lograba funcionar para Los Pumas que se encontraron con un cerrojo verde muy díficil de abrir. Entonces, apareció la genialidad de Juan Cruz Mallía: el fullback corrió más de 40 metros eludiendo rivales para apoyar la ovalada, sumado a otro penal de Albornoz, el marcador se acercaba a 22-19. Argentina intentó y tuvo chances para ganar el juego, pero le faltó calma en momentos claves para que las fases tuvieran sentido y poder infringir más daño a una defensa impermeable en el final.
Una derrota que sirve de reflexión: Los Pumas no están tan alejados de los mejores, pero debe mejorar su mentalidad y no cometer errores simples para mantener una talla mundial acorde a lo que vienen proporcionando en los últimos juegos. El siguiente rival será Francia, este viernes.
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