MONUMENTO A LA BANDERA. ROSARIO 3.-
En un nuevo gesto que refleja el distanciamiento político entre las principales autoridades del Gobierno, la vicepresidenta Victoria Villarruel viajará a Rosario para participar del acto central por el Día de la Bandera, mientras que el presidente Javier Milei encabezará una actividad paralela en la ciudad de Buenos Aires.
Este jueves se confirmó que Villarruel será la principal representante nacional en la tradicional ceremonia que se realiza cada 20 de junio en el Monumento a la Bandera, en la ciudad de Rosario. Allí será recibida por el intendente Pablo Javkin y el gobernador de Santa Fe, Maximiliano Pullaro. Sin embargo, desde la Municipalidad aclararon que la vicepresidenta "no asistirá en representación del Gobierno nacional", según publicó el diario La Capital.
Por su parte, el presidente Milei decidió no asistir a los actos oficiales en Rosario. En cambio, encabezará una ceremonia en el Campo Argentino de Polo, en el barrio porteño de Palermo, en conmemoración del 205º aniversario del fallecimiento de Manuel Belgrano, creador de la bandera argentina.
La ausencia presidencial en Rosario: una decisión con antecedentes
Aunque su decisión genera repercusiones, no es la primera vez que un presidente se ausenta del acto oficial en Rosario por el Día de la Bandera. Milei, que sí estuvo presente en 2024, optó esta vez por declinar la invitación a la ceremonia central.
En la historia reciente, Raúl Alfonsín asistió una sola vez durante su mandato. Carlos Menem fue el jefe de Estado con mayor presencia en los actos, con cinco participaciones. Por el contrario, Fernando de la Rúa, Eduardo Duhalde y Alberto Fernández nunca viajaron a Rosario para la fecha. Néstor Kirchner y Cristina Fernández de Kirchner alternaron sus asistencias, muchas veces acompañadas de discursos de alto contenido político. En tanto, Mauricio Macri solo se ausentó una vez, en su último año de gestión, cuando optó por realizar un acto alternativo en un club barrial.
La decisión de Milei de no acudir al tradicional acto en Rosario refuerza las tensiones que atraviesan al Ejecutivo, y deja en evidencia un nuevo capítulo de las diferencias entre el Presidente y su vicepresidenta, quien sí estará presente en el homenaje al símbolo patrio.