Este 20 de junio, jornada patria que recuerda el fallecimiento del general Manuel Belgrano, creador de la bandera nacional, se conmemora con actos en todo el país y en San Miguel de Tucumán, donde su figura cobra una dimensión especial. Aquí no sólo se lo honra como símbolo nacional, sino también por su historia profundamente ligada a nuestra provincia y su apoyo estratégico a la independencia.
En septiembre de 1812, Belgrano ignoró órdenes desde Buenos Aires y decidió plantar batalla en los alrededores de Tucumán. Es por esta estrategia que salvó la Revolución: las tropas realistas fueron derrotadas en la Batalla de Tucumán, frenando el avance español sobre el Noroeste. Este triunfo, considerado el “sepulcro de la tiranía” por algunos historiadores, consolidó la causa independentista e instaló a Belgrano como un héroe regional.
Tras la victoria, el general pasó buena parte de los años siguientes en Tucumán. Residió entre 1816 y 1820 en lo que hoy es la Casa Belgraniana, ubicada en nuestra capital. Además, la emblemática Plaza General Belgrano se ubica sobre el histórico “Campo de las Carreras”, donde se libró la batalla decisiva.
Hoy, cada bandera que flamea en el cielo tucumano recuerda no solo al hombre que la creó, sino también al estratega que, en esta tierra, decidió cambiar el curso de la historia. Tucumán no fue solo testigo, sino protagonista de esa gesta heroica. En cada acto escolar, en cada niño que promete lealtad, late el eco de aquel 1812. Porque mientras haya memoria, Manuel Belgrano seguirá cabalgando por nuestras calles, con su estandarte celeste y blanco, guiando la esperanza de una Argentina libre y justa.