El gobierno de Tucumán reconoció que aproximadamente el 50% de los estudiantes de la provincia abandonaron sus estudios, una cifra alarmante que refleja los desafíos educativos en la región. Sin embargo, la implementación del Boleto Estudiantil Gratuito para el Interior (BEGI) se ha consolidado como una herramienta fundamental para revertir esta tendencia, promoviendo la reinserción escolar y mejorando indicadores clave como la asistencia, el rendimiento académico y el acceso a la educación superior.
La ministra del área, Susana Montaldo, junto a la coordinadora del BEGI, Cristina Robles Ávalos, analizaron el impacto de este programa, que beneficia anualmente a cerca de 80.000 estudiantes de niveles primario, secundario, terciario y universitario. “Escucharon al gobernador Osvaldo Jaldo que dice ‘Tucumán Primero’. Y decir Tucumán primero es preparar a los chicos para que se eduquen y puedan tener una mejor inserción social y laboral. Y, en ese sentido, tenemos un proyecto de recuperación de todos los estudiantes que abandonaron la escuela y no terminaron la educación obligatoria. Y son muchos, son alrededor del 50%”, expresó Montaldo.
El BEGI, que opera bajo el Ministerio de Gobierno y Justicia en articulación con la Dirección de Planeamiento y Calidad Educativa, ha mostrado resultados significativos. En el nivel secundario, donde la deserción históricamente ha sido más alta, la tasa de abandono disminuyó del 10% antes de la pandemia al 7.47% en la actualidad. Además, el rendimiento académico refleja mejoras: los alumnos aprobados en todos los espacios curriculares pasaron del 39% en 2016 al 46% en 2024, mientras que el porcentaje de estudiantes con hasta dos materias desaprobadas creció del 61% al 67% en el mismo período.
Montaldo destacó el trabajo conjunto para reinsertar a los estudiantes: “Estamos haciendo un trabajo conjunto, por un lado, facilitar que el chico llegue a la escuela, irlo a buscar, averiguar por qué abandonó, además de las situaciones económicas que le impiden llegar, poder trasladarse. Por otra parte, estamos buscando que haya profesores que estén dispuestos a atender particularmente en otros horarios, en caso de que el chico esté trabajando, para que puedan terminar”. Este esfuerzo, apoyado por acuerdos con intendentes y UNICEF, incluye la provisión de asistentes sociales y espacios físicos para facilitar la finalización de la escolaridad primaria y secundaria, además de formación profesional para mejorar la inserción laboral.
Por su parte, Robles Ávalos subrayó la continuidad del programa desde 2018: “La verdad que estamos muy contentos porque nosotros desde el año 2018 venimos trabajando en el boleto estudiantil y ya este es el octavo año. El Gobernador nos pidió, junto con la ministra y con los rectores de la Universidad Nacional de Tucumán y la Universidad Tecnológica, quería saber los indicadores”. Los resultados muestran un aumento en la matrícula, especialmente de mujeres en carreras técnicas en la Universidad Tecnológica Nacional (UTN), y un crecimiento sostenido en la inscripción de estudiantes del interior, alcanzando los 80.000 beneficiarios.
En busca de la equidad
El acceso a la educación superior también se ha fortalecido, con un récord histórico de 13.228 estudiantes en el nivel superior no universitario en 2024. Además, entre 2021 y 2024, 1.231 estudiantes del interior se trasladaron al departamento Capital para continuar sus estudios, gracias al BEGI, financiado con fondos locales y con un costo de $700 millones mensuales. “Hemos recuperado desde la mitad o fines del año pasado hasta ahora un grupo importante de chicos y el BEGI en eso ha tenido una función fundamental”, observó Montaldo.
Robles Ávalos resaltó la equidad lograda entre estudiantes del interior y de la capital: “Estamos satisfechos porque los indicadores están dando muy bien y habla de la equidad entre lo que son los chicos del interior y de capital. Tenemos muchísima más matrícula y un crecimiento sostenido”. El programa, que exige ser alumno regular de escuelas públicas o parroquiales y, en el caso de universitarios, tener al menos cuatro materias aprobadas o el 70% del plan de estudios, continuará en 2025 con auditorías de presentismo y la implementación de un nuevo sistema informático para agilizar inscripciones.