En política, nadie da puntada sin hilo, y para muestra sobran los acontecimientos que se suscitaron en los últimos días en la comarca tucumana que, con el correr de las jornadas, tuvieron una proyección nacional significativa.
El viernes de la semana pasada culminaba con la noticia que el municipio de Tafí Viejo, comandado por Alejandra Rodríguez, decidía no depender más de los designios del Poder Ejecutivo y se salía del Acuerdo Fiscal, régimen que les permite a las intendencias estar al día con el pago de las planillas salariales y la concreción de obras públicas a través de los recursos que les gira el gobierno provincial a cambio de que las jurisdicciones les cedan los fondos correspondientes a la coparticipación federal.
Y este martes, las redes sociales mostraron al legislador Javier Noguera, esposo de Rodríguez y ex jefe comunal de la "Ciudad del Limón", junto a la presidente del Partido Justicialista nacional, Cristina Kirchner y al diputado Pablo Yedlin, en las oficinas que la ex mandataria tiene en el Instituto Patria, en Buenos Aires.
Según lo que se puede leer en el posteo que hizo Noguera en su red X, charlaron sobre "la realidad política nacional y sobre su visita a nuestra ciudad en el mes de abril". Sí, Cristina llegará a Tucumán, más precisamente a Tafí Viejo, lo que puede alimentar la interna justicialista local y trastocar la paz política e institucional que, hasta el momento, podía equilibrar el gobernador Osvaldo Jaldo.
Tú banca, mi banca
Vale señalar que, en las elecciones legislativas de este año, se renuevan cuatro bancas en Tucumán y dos precisamente corresponden al PJ y para ser más finos, al Bloque Independencia, que responde al mandatario provincial y se mostró aliado de la administración de Javier Milei en leyes preponderantes durante el año pasado y todo indica que en las sesiones extraordinarias que se desarrollarán estas semanas, también se encolumnará con los libertarios.
Tanto a Agustín Fernández como a Elia Mansilla se les vence el mandato y la pretensión de mínima del jaldismo es alzarse con esas bancas en octubre, pero con figuras puras que le respondan políticamente y que no le deparen sorpresas. Está claro que la llegada de Cristina a estas tierras mueve el avispero, en especial despabila a aquellos peronistas díscolos con la postura de Jaldo en torno al Gobierno nacional. Dirigentes alineados al kirchnerismo más acérrimo, como en los casos de Noguera, Yedlin y también debe sumárselo al diputado Carlos Cisneros, sin olvidarse del otro parlamentario local, José Orellana, que ve con buenos ojos una posible candidatura de la ex vicepresidente en la gestión de Alberto Fernández.
Pero Cristina puede pisar suelo tucumano, justamente con malas noticias provenientes desde el Congreso Nacional, puesto que podría haber luz verde y estar sancionada la ley de "Ficha Limpia", lo que la inhabilitaría a presentarse en los comicios por estar condenada en dos instancias judiciales por causas de corrupción.
Habrá que ver cuál será el posicionamiento de los diputados jaldistas al momento de votar esta iniciativa, que, por lo menos, ya obtuvo dictamen en la Cámara de Diputados y será tratada la próxima semana. Todo indicaría que acompañarían la sanción del proyecto, puesto que, a nivel local, fue el propio Jaldo quien presentó un proyecto de iguales características en la Legislatura, por lo que, siguiendo la lógica, sus parlamentarios deberían levantar la mano para acompañar la idea a nivel nacional.
Roles a jugar
Ahora, ¿recibirá Jaldo a su presidente del partido? ¿Irá el gobernador a Tafí Viejo? ¿Se animará a una foto que sabe caerá como balde agua fría en las filas libertarias?, esas que hasta el momento tantas caricias le hicieron a la gestión del tranqueño con la apertura del grifo, ya sea en recursos como obras para la provincia.
Otra de las incógnitas que surgen: cuál será la actitud adoptada por el titular del PJ tucumano, Juan Manzur, distanciado explíctamente de quien fuera su vicegobernador en dos oportunidades y a quien delegó el mando de la provincia. ¿Acompañará a Cristina en su recorrido por estas latitudes?. Dejando ya sellado que las diferecias con Jaldo serían irreconciliables.
Salvo que interceda quien se propuso él mismo como "nexo" entre estas facciones internas del PJ, Miguel Acevedo, presidente de la Legislatura tucumana, quien tiene la difícil misión de tratar de mantener medianamente en fila a los "compañeros".
Y hablando de Acevedo, fue muy claro en sus afirmaciones recientes sobre que está de acuerdo en eliminar o suspender las PASO. Instancia que, en la provincia, servirían como parámetro ordenador en una posible interna, entre el jaldismo y el kirchnerismo. Pero de avanzar la supresión de las mismas en el Congreso, allanaría el camino a un quiebre del PJ tucumano, que debería encaminarse a las elecciones con dos listas. Una con el sello oficial y digitada por la propia Cristina y otra ¿por fuera? ¿una lista blue? con los candidatos del gobernador.
Fragmentación que provoca deseos en la oposición local pero mucho más en los sectores libertarios, con un posible Lisandro Catalán, vice jefe de Gabinete nacional, encabezando la nómina oficial y quizás con la pretensión de dar el batacazo y alzarse con la victoria en la provincia. Lo que no sería descabellado, pues ya en los comicios que posibilitaron la llegada al poder de Milei, nuestra provincia se pintó de violeta, relegando sorpresivamente al peronismo.
En fín, la cuestión es que en abril Cristina llega a Tucumán, la alfombra roja la espera en la "Ciudad del limón" y para varios actores preponderantes de la política tucumana pueden ser jornadas demasiado agrias las que se avecinan.