El seleccionado de Nueva Zelanda permanece en el país para disputar dos partidos ante Los Pumas. El pasado fin de semana, varios de sus jugadores asistieron al clásico entre Boca y Racing en La Bombonera y, días después, fueron noticia por una intervención inesperada en las calles porteñas.
Todo ocurrió cuando los All Blacks vieron que un vehículo particular tenía su paragolpes trasero enganchado en uno de los pilotes que separan la vereda de una calle empedrada. Sin dudarlo, tres jugadores se organizaron “como en una formación” para levantar la parte trasera del auto y liberarlo, evitando daños.
El equipo neozelandés continúa sus entrenamientos en la Ciudad con miras al primer partido frente a Los Pumas, que se disputará este sábado en el estadio Mario Alberto Kempes de Córdoba. La revancha será una semana después en Vélez, cerrando la serie del Rugby Championship en suelo argentino.