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ESCÁNDALO SANITARIO

Las conexiones entre el dueño de HLB Pharma y el kirchnerismo: nuevos vínculos con Lázaro Báez

Dos compañías de ambos empresarios, de fuertes vínculos con el kirchnerismo, comparten domicilios en la ciudad de Buenos Aires. Una de esas propiedades es el “búnker” del propietario de HLB Pharma.

Por Tendencia de noticias

14 ago, 2025 06:30 p. m. Actualizado: 14 ago, 2025 06:30 p. m. AR
Las conexiones entre el dueño de HLB Pharma y el kirchnerismo: nuevos vínculos con Lázaro Báez

Mientras la Justicia investiga la tragedia por fentanilo contaminado que ya dejó al menos 90 muertos, salen a la luz nuevos datos sobre el dueño del laboratorio HLB Pharma, Ariel García Furfaro, y sus vínculos con el kirchnerismo. Según reveló el programa ¿La Ves? (TN), el nexo entre García Furfaro y Lázaro Báez va más allá de lo que se conocía hasta ahora.


Hasta hace poco, solo se sabía que Top Air SA —la empresa de vuelos privados de Báez— y HLB Pharma compartían una dirección: Yerbal 1021, en la Ciudad de Buenos Aires, domicilio particular de Nilda Furfaro, madre de Ariel y también directiva del laboratorio. Pero TN reveló que ambas empresas coinciden además en un segundo domicilio: Saráchaga 5696, en Villa Luro.


Esa dirección no es menor. Fue una de las sedes utilizadas por Top Air SA en 2016, cuando Báez intentaba esquivar embargos judiciales y proteger su flota de tres aviones —un Learjet 35, un Mitsubishi MU-2 y un Gulfstream Commander—. Según registros oficiales, en 2018 ese mismo inmueble fue declarado sede social de HLB Pharma, ya en manos de García Furfaro, quien había adquirido el laboratorio concursado a Hernán López Bernabó y lo rebautizó como HLB.


Saráchaga 5696 fue durante años un local gastronómico del propio Furfaro, con un nombre tan llamativo como su historia: El Pollo Sin Espinas. Hoy, fuentes del entorno del empresario lo describen como su "búnker".


La conexión entre Báez y García Furfaro, según fuentes citadas por TN, surgió a través de un contador en común: Diego Castrillón. Fue él quien le habría sugerido a Báez utilizar la dirección de Saráchaga 5696 para inscribir Top Air SA y así proteger los aviones de posibles decomisos. Castrillón, además, acompañó en varias ocasiones a García Furfaro en vuelos a Paraguay —más de 30 desde 2013— e incluso ambos habrían visitado a Báez en la cárcel de Ezeiza al menos dos veces.


Top Air SA —creada por Báez junto a Walter Zanzot, uno de los empresarios que aparecían contando dinero en “La Rosadita”— pasó a formar parte del conglomerado de Austral Construcciones. Los tres aviones fueron finalmente incautados por la Justicia en 2017, tras la detención de Báez en el aeropuerto de San Fernando, cuando descendía de su Learjet 35.


García Furfaro no es ajeno a los procesos judiciales. En 2002 fue condenado a siete años de prisión por tentativa de homicidio, luego de prender fuego a uno de sus empleados. Durante su detención estudió abogacía y, ya en libertad, se volcó al negocio farmacéutico y las licitaciones públicas.


En 2020, su nombre volvió a circular en la agenda pública cuando viajó a Rusia en busca de la vacuna Sputnik, en un vuelo oficial junto a la entonces ministra de Salud, Carla Vizzotti, y la asesora presidencial Cecilia Nicolini.


Hoy, el empresario enfrenta una posible imputación por lo que podría convertirse en la mayor tragedia sanitaria de la historia reciente argentina.

 

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