Anna Wintour, emblema de la moda global y figura clave en la historia editorial de Vogue, dejó su cargo como directora de la edición estadounidense tras 37 años. El anuncio generó un fuerte revuelo en la industria de la moda, pero desde Condé Nast aclararon que no se trata de su retiro. Wintour continuará liderando el contenido editorial global del grupo y seguirá al frente de todas las ediciones internacionales de Vogue, en el marco de una reestructuración que comenzó en 2020.
Según confirmaron desde la editorial, se creará un nuevo puesto específico para dirigir Vogue EE.UU., lo que le permitirá a Wintour enfocarse en su liderazgo internacional. Con esta decisión, la icónica editora de 75 años deja la gestión diaria de la revista que revolucionó desde su llegada en 1988, cuando rompió moldes con una portada informal de Michaela Bercu en jeans. Su visión marcó un antes y un después en la estética de las revistas femeninas y su figura se convirtió en leyenda, incluso siendo fuente de inspiración para películas como El diablo viste a la moda.
Wintour también es reconocida por transformar la gala del Met en el evento social más glamoroso del mundo, así como por su influencia casi total sobre diseñadores, marcas y tendencias. Su estilo inconfundible, corte bob y gafas Chanel, junto con su temple férreo, la convirtieron en una figura de culto y poder. A partir de ahora, Vogue EE.UU. se sumará a la estructura internacional de la revista, que ya cuenta con directores editoriales en Japón, Reino Unido, Francia e India, entre otros países. Wintour seguirá trabajando desde su oficina, según explicó ella misma, “centrada en el liderazgo global y en el trabajo con nuestros editores en todo el mundo”.