Dos empresas argentinas líderes en el sector Agtech, Puna Bio y Calice, sellaron una alianza estratégica con el objetivo de acelerar la creación y distribución de productos biológicos innovadores que promuevan la salud del suelo y potencien la productividad de los cultivos. Esta colaboración combina la experiencia en biotecnología de Puna Bio con las avanzadas herramientas digitales de Calice, marcando un avance significativo en la agricultura sostenible.
La tecnología de Calice, basada en su plataforma Nodes, utiliza inteligencia artificial y simulaciones digitales para realizar ensayos virtuales que optimizan el diseño de productos biológicos y evalúan su impacto en los cultivos. Esta herramienta será clave para Puna Bio, ya que permitirá realizar simulaciones agronómicas a gran escala, reduciendo el tiempo y los recursos necesarios para llevar nuevos productos al mercado. “Buscamos que los productos innovadores de Puna Bio puedan llegar más rápido al mercado, utilizando herramientas digitales que reduzcan la necesidad de pruebas extensivas en superficie y aceleren el desarrollo de tecnologías agrícolas sostenibles”, afirmó Ramiro Olivera, CEO de Calice.
Por su parte, Puna Bio se destacó en el ámbito global por su desarrollo de bioinsumos basados en microorganismos extremófilos, bacterias provenientes de la puna que han sobrevivido en condiciones extremas durante millones de años. Estos microorganismos han demostrado ser capaces de regenerar suelos degradados y aumentar los rendimientos agrícolas entre un 10% y un 15%. En 2024, la Fundación Norrsken reconoció a Puna Bio como una de las 100 startups con mayor potencial de impacto global, gracias a su trabajo en la mejora de cultivos y la regeneración de suelos.
Con su base operativa en el Parque Tecnológico de la Universidad San Pablo-T en Tucumán, Puna Bio representa una nueva generación de startups científicas enfocadas en el agro y la sostenibilidad. Sus soluciones, diseñadas para optimizar los rendimientos en condiciones de estrés climático y geográfico, han captado la atención de mercados internacionales. “Este acuerdo es un ejemplo de cómo la sinergia entre ciencia y tecnología puede generar soluciones escalables para los desafíos de la agricultura global, regenerar suelos y contribuir desde Argentina a la seguridad alimentaria del mundo”, destacó Olivera.
Ambas compañías comparten una visión común: aprovechar el potencial de la naturaleza mediante la integración de datos y tecnología. Este acuerdo no solo representa un hito para la biotecnología y la agricultura computacional, sino que también posiciona a Argentina como un referente en el desarrollo de soluciones innovadoras para la agricultura global.