Mundial 2030: Conmebol presiona para ampliar el formato y reforzar su presencia en la cita del centenario

Alejandro Domínguez aprovechó el primer aniversario de la confirmación del proyecto para reiterar la ambición que guía a Conmebol rumbo al Mundial 2030: una competencia ampliada, con más selecciones y una fuerte impronta sudamericana, aun cuando la mayor parte del torneo se dispute en Europa y África. El presidente del organismo enfatizó que la cita del centenario —con partidos inaugurales en Argentina, Uruguay y Paraguay, y el grueso de la actividad en España, Portugal y Marruecos— debe convertirse en una celebración global, pensada para que todos los países se sientan parte.

En un mensaje público difundido en las redes oficiales, Domínguez remarcó el valor histórico de la edición que marcará los cien años del primer Mundial, jugado en Montevideo en 1930. Allí convocó a la FIFA y a los actores del fútbol mundial a “pensar distinto” y a trabajar en una organización novedosa. Pidió creatividad, inclusión y una fiesta “sin precedentes”, capaz de dejar huella en las nuevas generaciones y honrar la dimensión simbólica del centenario.

Ese planteo llega en un contexto particular. Si bien Sudamérica tendrá los partidos de estreno en homenaje a la edición fundacional, más del 97% de los encuentros se realizarían en las sedes europeas y africanas. Ante ese escenario, Domínguez y los presidentes de las federaciones de la región buscan aumentar el peso de la participación local. En las últimas reuniones —incluida una cumbre en Estados Unidos con Gianni Infantino y mandatarios de Paraguay y Uruguay— tomó fuerza la idea de elevar el cupo a 64 países, lo que incrementaría la presencia de la región en la fase inicial.

El modelo impulsado por Conmebol contempla dividir el certamen en 16 grupos y avanzar con los dos mejores equipos de cada zona a una ronda de 32 selecciones, similar al formato de 2026 pero con un tablero más amplio. Con ese esquema, Argentina, Uruguay y Paraguay serían sede de sus respectivos grupos y organizarían todos los partidos de primera fase en sus territorios. El Monumental aparece como epicentro del debut argentino; Uruguay mantendría su propio grupo y Paraguay avanza con un nuevo estadio para recibir el suyo. De concretarse esta propuesta, Sudamérica pasaría a alojar 18 partidos, un salto considerable respecto del escenario inicial.