Facundo Ale declaró este domingo ante la jueza María Soledad Hernández en el marco de la causa que investiga el tiroteo ocurrido hace dos semanas en la zona de Los Pocitos, Tafí Viejo. Imputado por los delitos de abuso de armas y portación de arma de guerra, Ale sostuvo que no fue al lugar a buscar conflicto y que “solo respondió al ataque” para defenderse.
“Yo ese día, cumpleaños de mi novia, estaba por comer azúcar en mi casa, y a los chicos no les andaba la aplicación de Uber, porque era lejos, alejado de la ciudad, y yo me llego a buscarlos”, comenzó su relato. Dijo que al llegar al lugar descendió del auto porque el ruido de la música no le permitía comunicarse con sus amigos.
“Cuando me bajo, viene un chico y me dice: ‘soy amigo de tu hermano, tomá, te quieren matar’, y me pasa una pistola chica, que creo que era una .22”, relató.
Según su versión, en ese momento comenzaron los disparos desde otro sector: “Siento los disparos que me hacen Jorge González y Valentín o Nico Vargas, como se llama él, tiene dos nombres. En el video se escucha clarito que es una ametralladora y una pistola. Yo me doy la vuelta e hice tres o cuatro disparos, no más, me subo al auto y me voy”.
Aseguró que el vehículo en el que se retiró fue alcanzado por numerosos tiros: “Se escucha en el video que me siguen tirando más de 30 disparos. El auto quedó baleado, la rueda, el vidrio de atrás, el retrovisor. No podía seguir, dejé el auto y salí corriendo”. Dijo que cruzó la autopista para despistar a quienes lo perseguían y que luego se encontró con un conocido, a quien le dejó las llaves del vehículo. “Le dije: ‘nos baleó la goma, el auto quedó tirado’. Me respondió que él lo iba a retirar y que me fuera para que no me maten”, añadió.
Durante las preguntas formuladas por sus defensores, los abogados Ricardo Fanlo y Augusto Monteros, Ale reiteró que nunca fue advertido de un posible conflicto:
—“¿Usted sabía que estaban allí estas personas con las que luego se enfrentó?”, le preguntaron.
—“No, doctor. Si no, no iba a ir por nada. Ya me habían querido matar una vez y no iba a volver a ponerme en riesgo”, respondió.
Sobre el arma que recibió esa noche, explicó: “Era un arma chiquita, creo que una .22. Con los nervios, el miedo y los disparos, lo único que quería era tirarla”. También precisó que dos personas le disparaban directamente: “Vi dos personas tirándome. Del costado izquierdo sentía más disparos, eran interminables. Yo solo hice tres o cuatro tiros, me subí al auto y me fui”.
El imputado indicó que escapó con un solo acompañante: “Solo subió un amigo, Lautaro. El otro chico corrió, se tiró abajo de un auto y no lo volví a ver más”.
Cuando el fiscal Hugo Gonzalo Guerra le preguntó si podía describir el lugar, Ale dijo que era “un predio grande, con un estacionamiento largo, una puerta de ingreso a unos 100 metros y una división de tranquera. La carpa estaba a unos 40 o 45 metros, y ellos se acercaron hasta unos 20 metros de la tranquera”. Reiteró que no atacó primero y que “en ningún momento fui a buscar a nadie ni a defender a otra persona, como dice el fiscal”.
Agregó que los agresores fueron Jorge González y Valentín Villarreal o Nicolás Vargas, y que los disparos provenían de una ametralladora y una pistola. “El ruido que se escucha en el video es igual al de una ametralladora. No tengo dudas de eso”, afirmó.
Al cierre de su declaración, Ale insistió: “Yo no los busqué, no los provoqué. Me avisaron que me querían matar y reaccioné para salvar mi vida. Ellos ya antes habían intentado hacerlo”.
La jueza María Soledad Hernández escuchó las declaraciones y, tras evaluar los argumentos de la defensa y de la fiscalía, resolvió dictar prisión preventiva por 83 días para Facundo Ale. La magistrada dispuso que el cumplimiento de la medida quede bajo supervisión y responsabilidad directa del director del Servicio Penitenciario de la Provincia, Antonio Quinteros, quien deberá garantizar las condiciones de detención en la dependencia de Benjamín Paz, donde el imputado permanecerá alojado mientras continúa la investigación.