Felix Baumgartner, el deportista extremo que en 2012 rompió la barrera del sonido al lanzarse desde la estratósfera, murió este jueves tras un accidente con su parapente motorizado en Porto Sant'Elpidio, Italia. Según informó Sky Sports Austria, el austríaco perdió el control de su aeronave debido a un paro cardíaco y cayó en la piscina del hotel Le Mimose. El impacto fue fatal, y además provocó lesiones a una trabajadora del lugar.
Baumgartner había despegado desde Fermo y volaba por la costa del mar Adriático. Durante el trayecto, comenzó a sentirse mal y terminó estrellándose contra una estructura de madera cerca de la piscina. Una animadora del hotel, que se encontraba cerca del lugar, sufrió heridas en el cuello tras ser golpeada por los restos del parapente.
De acuerdo con el diario Il Resto del Carlino, el deportista sufrió un paro cardiaco y perdió el conocimiento en el aire. Aunque se activó un operativo de emergencia y se solicitó una ambulancia aérea, La Repubblica señaló que nunca llegó a ser trasladado porque los rescatistas confirmaron que su corazón había dejado de latir.
La figura de Felix Baumgartner quedó grabada en la memoria colectiva por su histórica hazaña del 14 de octubre de 2012, cuando saltó desde una cápsula a casi 39 mil metros de altura. En caída libre, rompió tres récords mundiales y alcanzó una velocidad de 1.357 km/h. Más tarde, sumó otras proezas como saltos desde rascacielos y la travesía del canal de la Mancha con un traje con alas. Horas antes del accidente, había compartido en sus redes un video de su vuelo y alertado sobre las condiciones de viento en la zona.