Consultoras modifican proyecciones y arriesgan una inflación menor al 2% en mayo

La Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) registró en mayo una inflación mensual del 1,6%, el nivel más bajo desde julio de 2020, según datos de la Dirección General de Estadística y Censos porteña. Este indicador, que refleja una significativa desaceleración respecto al 2,3% de abril, ha llevado a consultoras privadas a revisar a la baja sus estimaciones para el Índice de Precios al Consumidor (IPC) nacional, proyectando un rango de entre 1,7% y 1,9% para mayo. De confirmarse, sería la inflación mensual más baja a nivel país desde mayo de 2020, cuando marcó 1,5% en plena pandemia, y la menor fuera de ese contexto desde enero de 2018 (1,8%). El Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) publicará el dato oficial este jueves a las 16.

El descenso en la inflación porteña se atribuye principalmente a una notable caída en los precios de paquetes turísticos y a una corrección estacional en alimentos y bebidas, especialmente en verduras. Además, los precios regulados subieron un moderado 1,7%, mientras que la inflación núcleo, que excluye componentes volátiles, alcanzó el 2,1%. Estos factores han generado optimismo en el mercado y en el Gobierno, que busca capitalizar políticamente la tendencia a la baja en los precios.

Varias consultoras privadas han actualizado sus estimaciones tras el dato de CABA. Equilibra, utilizando una metodología que pondera las variaciones del IPC porteño con ajustes nacionales y relevamientos propios, proyecta una inflación nacional del 1,7%. Esta cifra, que perforaría el umbral del 2%, representa un hito económico y político, dado que el 2% se había consolidado como un piso difícil de romper en los últimos meses.

Federico Filippini, economista jefe de Adcap, también redujo su pronóstico inicial del 2% al 1,9% tras analizar el indicador porteño. “La reacción del mercado fue positiva, aunque lejos de un rally”, señaló en un informe, destacando que la inflación porteña se desaceleró por “una fuerte caída en los precios de los paquetes turísticos y una marcada corrección estacional en los precios de las verduras”. Filippini incorporó datos de alta frecuencia y modelos econométricos, además de comparar curvas de tasas fijas y ajustadas por inflación, que sugieren un valor implícito del 1,8%.

Por su parte, Salvador Vitelli, de Romano Group, realizó un ejercicio comparativo ponderando las principales divisiones del IPC de CABA según los criterios del INDEC. Su cálculo inicial arrojó un 1,3%, pero ajustó la proyección a 1,9% al considerar que el IPC nacional suele superar en 0,6 puntos el dato porteño. “Solo es un ejercicio”, aclaró Vitelli, aunque su estimación coincide con las de Equilibra y Adcap en anticipar un IPC nacional por debajo del 2%.

Otras consultoras, como Orlando Ferreres y Asociados, CyT Asesores Económicos, Libertad y Progreso y EcoGo, también proyectan una inflación nacional de entre 1,7% y 1,9% para mayo, basándose en sus propios relevamientos de precios minoristas. Estas cifras refuerzan la percepción de una desaceleración sostenida, impulsada por factores como la estabilidad cambiaria y una revisión más moderada de tarifas.

El Gobierno celebra y proyecta continuidad

El presidente Javier Milei se adelantó al dato oficial al afirmar el domingo, a través de su cuenta de X, que la inflación de mayo “estaría por debajo del 2%”. Este mensaje, publicado cuatro días antes del informe del INDEC, subraya la importancia que el Gobierno otorga a la desaceleración de precios como pilar de su gestión, especialmente de cara a las elecciones legislativas. La narrativa oficial presenta el control de la inflación como un logro clave, y el dato de CABA refuerza este discurso.

Las perspectivas para junio son igualmente alentadoras. Filippini anticipó una inflación preliminar del 1,9% para el próximo mes, aunque advirtió sobre “riesgos sesgados a la baja”. Factores como una menor presión en tarifas, la estabilidad del tipo de cambio y el arrastre estadístico favorable en alimentos sustentan estas proyecciones. Además, las expectativas de inflación a 12 meses, según curvas de mercado, se sitúan en torno al 18%, un nivel moderado que guía las decisiones de inversores y analistas en el mercado de deuda en pesos y la política monetaria del Banco Central.

Un punto de inflexión

El dato de inflación de CABA no solo refleja un alivio en los precios, sino que también marca un posible punto de inflexión en la lucha contra la inflación a nivel nacional. Si el IPC nacional confirma las proyecciones de las consultoras, el país podría estar entrando en una fase de mayor estabilidad de precios, algo no visto en años fuera del contexto pandémico. Sin embargo, los analistas advierten que mantener esta tendencia dependerá de la continuidad de políticas que refuercen la estabilidad macroeconómica y eviten shocks en precios regulados o en el tipo de cambio.

Por ahora, el mercado y el Gobierno observan con expectativa el informe del INDEC, que podría consolidar el optimismo generado por el dato porteño. La inflación de mayo, de confirmarse por debajo del 2%, no solo sería un hito estadístico, sino también un mensaje político de peso en un año electoral.