Lionel Messi recibió una suspensión por parte de la Major League Soccer y no estará presente este sábado en el cruce entre Inter Miami y Cincinnati, actual puntero del Este. La medida se tomó debido a su ausencia sin "permiso oficial" en el All-Star Game, el evento que reúne a las principales figuras de la MLS y la Liga MX. Pese a haber justificado su falta por fatiga, la liga activó una norma que impide jugar el siguiente encuentro a quienes no participan del evento sin autorización previa.
Desde el conjunto de Florida respaldaron a su capitán. Jorge Mas, propietario del club, afirmó que fue una decisión del cuerpo técnico que ni Messi ni Jordi Alba viajaran a Austin: “No esperaba esta sanción, quería estar frente a Cincinnati. Está frustrado”, dijo el empresario, quien además cuestionó la severidad del castigo y la utilidad del partido de exhibición en un calendario tan cargado. “No beneficia a nadie”, resumió.
El comisionado de la MLS, Don Garber, admitió que no fue fácil tomar la decisión, aunque defendió la aplicación del reglamento vigente. A su vez, abrió la puerta a una posible revisión futura de la norma, reconociendo que la carga de partidos es un factor a tener en cuenta. El malestar en Miami es evidente y, aunque aún no hay definiciones, este episodio podría influir en las negociaciones por la continuidad.
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