Platense hizo historia este sábado al quedarse con el Torneo Apertura tras vencer 1-0 a Huracán en la final disputada en el estadio Único Madre de Ciudades, en Santiago del Estero. El equipo conducido por la dupla Orsi-Gómez redondeó una campaña inolvidable, dejando en el camino a gigantes como Racing, River y San Lorenzo, todos en condición de visitante, y coronando un semestre soñado con la conquista de su primer título en la máxima categoría.
Desde su regreso a Primera en 2021, luego de más de dos décadas en el ascenso, Platense fue construyendo paso a paso una identidad que hoy da sus frutos. La historia le debía una alegría: en 1916 había sido subcampeón detrás de Racing, en 1943 perdió un campeonato insólitamente definido por cantidad de córners, y en 2023 cayó ante Rosario Central en la final de la Copa de la Liga. Esta vez, el destino fue distinto y el gol de Guido Mainero, a los 18 del segundo tiempo tras una pelota parada ejecutada por Taborda y peinada por Nacho Vázquez, le dio la victoria y la gloria.
La emoción fue total al sonar el pitazo final. Jugadores, cuerpo técnico y simpatizantes desataron una celebración inolvidable. Entre tantas postales, la más compartida fue la de Sergio Gómez, uno de los entrenadores, que no pudo contener las lágrimas, se lanzó al césped y lloró desconsoladamente. Una imagen que resumió el esfuerzo, la entrega y la pasión de un equipo que entró para siempre en la historia del club y que, además, se aseguró un lugar en la próxima Copa Libertadores.
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