
Lisandro Catalán y Osvaldo Jaldo se reunieron el jueves, en una agenda centrada en la reforma electoral para Tucumán.
El gobernador Osvaldo Jaldo recibió un regalo de Navidad por adelantado. Ni el más optimista de los oficialistas habría imaginado que en el arbolito se encontraría con semejante obsequio opositor: dos años antes, ya se estableció un límite para cualquier armado que pretenda enfrentar al peronismo en 2027.
La buena nueva comenzó a vislumbrarse el jueves en San Miguel de Tucumán, pero se consumó el viernes por la tarde en Concepción, la flamante base de operaciones escogida por los libertarios. El mandatario recibió en su despacho al presidente de La Libertad Avanza, Lisandro Catalán, quien le había pedido una audiencia para transmitirle su preocupación por la reforma electoral low cost que diseña el justicialismo.
En el encuentro, el ex ministro del Interior adujo representar al 35% del electorado provincial y le anticipó a Jaldo que su espacio centraría su militancia local con críticas hacia la vigencia del acople y la falta de transparencia en los procesos eleccionarios. El tranqueño, empoderado luego de la victoria del 26 de octubre con más del 50% de los votos, le respondió con ironía: le advirtió que mientras “ellos” vienen a Tucumán a cuestionar, “él” acompaña al presidente Javier Milei en su cruzada ante el Congreso.
Por las dudas, se lo repitió un rato después, ante los micrófonos, cuando luego de pedir prudencia al momento de hablar de los cambios electorales, afirmó: “las mayorías son las que mandan”. Es decir, podrá haber pataleos, pero en política definen los resultados. Y LLA no tiene siquiera un legislador en el recinto.
¿Roberto Sánchez será el próximo?
La secuencia continuó con la confirmación de la estrategia libertaria. Catalán adelantó que firmarían un acta compromiso, ante escribano, para dejar sentado que ese partido no utilizará acoples en 2027. La rúbrica se concretó el viernes, en Concepción. Y para mandar un mensaje al resto de la oposición y al corazón del radicalismo, el ahora director de YPF sentó a su lado al intendente local, Alejandro Molinuevo.
El ex rugbista creció políticamente al amparo del ídolo deportivo local, Roberto Sánchez. Por eso hizo ruido que, a los pocos días de la derrota electoral del ex piloto, comenzara a mostrarse como un libertario más. Este viernes estampó su firma y se comprometió a no usar colectoras. Lo mismo hizo la legisladora Raquel Nievas, también referente de confianza de Sánchez.

¿Qué implica esta movida? Para algunos conocedores de los cabildeos en La Perla del Sur, lejos de tratarse de una traición, el pase violeta de Molinuevo y de Nievas puede ser el puntapié para el desembarco del ex diputado Sánchez a LLA. Hay antecedentes que abonan esta posibilidad: el ex candidato a gobernador de Juntos por el Cambio nunca se sintió cómodo haciendo campaña en contra de Milei a lo largo de este año. De hecho, ese fue uno de los motivos por los cuales jamás encontró su lugar ante el electorado, y lo terminó pagando con un resultado escuálido.
Más allá de las especulaciones locales, la aproximación de Catalán al sanchismo implica también un mensaje al diputado Mariano Campero. El yerbabuenense fue uno de los primeros radicales con “peluca” tucumanos y ha demostrado una fidelidad absoluta. Sin embargo, fue el primer “vetado” por el cerco de Catalán. El ex intendente repitió muchas veces que quiere disputar la gobernación en 2027. ¿Tendrá lugar dentro del purismo libertario en Tucumán?
La Libertad Avanza y una oferta que no seduce
Justamente, ese límite que LLA se autoimpuso en la provincia es lo que permite cerrar el año con una sonrisa al peronismo. Porque es cierto que en el debut de la Boleta Única de Papel la lista libertaria obtuvo 365.000 votos el 26 de octubre, pero también es cierto que el peronismo sumó 526.000 adhesiones. En conclusión, está claro que una elección de 35 puntos no basta para sacar al peronismo de la Casa de Gobierno. Es un piso importante, pero insuficiente si es que no se construye a partir de ahí.
Mucho menos si se toma en cuenta que en 2027 se pondrán en juego también todas las comunas rurales, las municipalidades, las bancas de concejales y legisladores. Además, se renovarán los tres escaños en el Senado y cinco en Diputados. Es decir, toda la maquinaria electoral e institucional que suele utilizar el Partido Justicialista se pondrá en movimiento.
Frente a eso, el líder libertario local ya anticipó que no utilizará acoples, y que además habrá filtros para quienes estén interesados en incorporarse a LLA. Esto es lo mismo que decirles a los eventuales aliados que, en el mejor de los casos, encontrarán lugares en el fondo de las listas. Siguiendo la lógica violeta en cada elección y en cada provincia a lo largo de este año, es evidente que las posiciones apetecibles quedan en manos propias. El resto, si quiere, podrá acompañar pero bajo esas condiciones.
Salvo que esta dinámica cambie, la oferta es poco seductora para el resto de la oposición. El bussismo y el radicalismo, que ya de por sí arrastra demonios internos, ¿qué ganarían aceptando las condiciones libertarias? Como siempre, una oposición fragmentada favorece a los oficialismos.
Gladys Medina pisa en San Miguel de Tucumán
Por supuesto, aún resta mucho camino por recorrer hasta los comicios de 2027 y hay cuestiones más prioritarias que atender. Por ejemplo, la reforma electoral, la interna en el peronismo y el rol del jaldismo a nivel nacional.
Esos tres asuntos marcan el pulso de diciembre para el Gobierno. Si se quiere, uno de los grandes ganadores de fin de año fue el ministro del Interior, Darío Monteros. El bandeño había comenzado 2025 como potencial candidato a diputado nacional, pero la investigación de la Procelac sobre el uso de fondos en las municipalidades lo sacó tempranamente de carrera. Ahora, en una suerte de reivindicación política dentro del Gobierno, militó en contra de la incorporación de la Boleta Única Electrónica y logró su cometido: el sistema que proponía el vicegobernador Miguel Acevedo fue descartado.
Además, Jaldo volvió a demostrar que Monteros es su ministro de confianza: su esposa, la diputada Gladys Medina, reemplazará al saliente Agustín Fernández como presidenta del bloque Independencia. De yapa, el ex intendente se dio el gusto de todo hincha: sentar al presidente (Oscar Mirkin) al frente del club de sus amores, San Martín de Tucumán.

Otro dato, aleatorio, pero que ya genera murmullos dentro del peronismo. En particular, en el capitalino. Gladys Medina ya no sólo se mueve políticamente en el este, sino que puso un pie en San Miguel de Tucumán. Hace una semana, inauguró junto al ministro de Desarrollo Social Federico Masso un centro educativo social en Villa Alem. Desde entonces, varios han comenzado a seguir con más atención las redes sociales de la diputada.
El interbloque que demora en nacer
El gobernador tiene todavía algunas definiciones por delante. Porque la reconfiguración del mapa de poder en la Nación lo obliga a no tomar decisiones apresuradas. Esa es una de las razones por las cuales aún no se ha formalizado el interbloque con otros gobernadores. ¿Tendrá peso dentro de un Congreso fragmentado y una primera minoría libertaria ya consolidada?
Por lo pronto, coquetean con ese armado Jaldo, el salteño Gustavo Sáenz, el catamarqueño Raúl Jalil, el misionero Hugo Passalacqua y el neuquino Rolando Figueroa. En total, no llegarían a una quincena de diputados. Por eso, cada uno especula qué es lo más conveniente, si mantener las negociaciones mano a mano con la Casa Rosada o hacerlo en tándem. Un condicionante no menor: todos se desconfían, por lo que es imprevisible aventurar cuánto puede durar -si es que nace- esta experiencia.
Mientras tanto, Jaldo suma. Esta semana logró que la senadora Beatriz Ávila forme el monobloque Independencia. De alguna manera, lo poco que queda del alfarismo con valor agregado es esa banca, porque el resto de la construcción del Partido por la Justicia Social está desperdigado. El próximo paso del gobernador será conseguir que Sandra Mendoza salga del bloque de Unión por la Patria en el Senado. La famaillense es consciente de que necesita dar esa señal al gobernador para comenzar a blindar la Municipalidad que conduce su cuñado, Enrique Orellana. ¿Será otro monobloque tucumano en la Cámara Alta? Se esperan confirmaciones antes de que termine 2025.
Mucho se habló del futuro de “Tin” Fernández y su eventual desembarco en el gabinete provincial. El diputado saliente fue clave para la primera etapa del jaldismo en el Congreso. Pagó los costos políticos y forjó una gran relación con Martín Menem y con su entorno. De hecho, tiene ofrecimientos para quedarse en la Cámara Baja. Sin embargo, su futuro está en Tucumán, quizá en alguno de los organismos descentralizados que tiene la Provincia.
Las negociaciones entre Jaldo y los operadores libertarios incluyen también espacios dentro de Diputados, como sillas en algunas comisiones estratégicas y presidencias en algunos comités específicos. El gobernador busca, además de jerarquizar a su bancada, mantener encorsetado a sus diputados. En particular, al taficeño Javier Noguera. Consiguió que se alejara del kirchnerismo y que se incorporara a su bancada, ahora necesita sostenerlo adentro.

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